Zarzalejos hace trizas la imagen política de Iglesias en un artículo demoledor

La crisis catalana no está sirviendo a Pablo Iglesias para reivindicarse como líder sino más bien todo lo contrario. Es lo que opina José Antonio Zarzalejos en un duro artículo en El Confidencial en el que asegura que "ha sido devorado por el secesionismo catalán, perdiendo así todas las opciones de gobierno en España. Comprometerse con la causa separatista le invalida como líder nacional".

La puntilla se la puso al líder de Podemos la "cena secreta" con el líder de ERC, Oriol Junqueras: "En otras circunstancias, la cena tras la manifestación contra los atentados del 17-A, podría haber pasado como un episodio sin mayor trascendencia. Pero como el líder de Podemos es, en política, poco más que un becario con pretensiones, aceptó un ágape secreto-discreto con el interlocutor más peligroso y en el momento más delicado. El resultado fue que el morado quedó señalado. Y la imagen que proyectó no pudo ser más lesiva".

Y es que a su juicio, "cuando los secesionistas lanzan al Estado su peor desafío, no resulta estético (ni ético) que el dirigente de la tercera fuerza parlamentaria española cambie cromos con el secesionismo y que ambos urdan la posible defenestración del jefe del Gobierno. Ahora, justamente ahora".

El caso es que la cena de marras ha alertado a todos y "el dirigente morado ha perdido el control". Zarzalejos se pregunta en voz alta: "¿Es todo esto una grave deslealtad de Iglesias?, ¿constituye una traición? Ambos son conceptos un tanto excesivos que se cohonestan mal con la envergadura política de dirigente populista".

La respuesta no puede ser más humillante para el líder morado: "Mucho más simple: Iglesias carece de criterio atinado y demuestra ser incapaz de comportarse en una crisis de Estado como correspondería a la responsabilidad que él y su grupo deben asumir en la política española. Se apunta a todo aquello que zancadillee al sistema constitucional, quiebre el 'statu quo' y agreda el orden establecido (para destrozarlo, no para reformarlo). Su discurso está tan repleto de contradicciones como denuncian los problemas internos en Podemos, y sus posicionamientos políticos son tan erráticos que se pueden confundir con el nihilismo, los tópicos más inveterados, la simulación y el ventajismo".