Sandra Golpe avergüenza a los políticos con su columna más dura sobre Cataluña
La periodista pone el dedo en la llaga en una columna que saca los colores a nuestros dirigentes y demuestra el hartazgo colectivo y preocupante que comienza a extenderse entre la ciudadanía
No se habla de otra cosa y la gente empieza a estar harta y cansada. Ya lo dice este lunes Sandra Golpe en su artículo de La Razón: "Existe un hartazgo colectivo y preocupante al respecto".
La periodista saca los colores a los políticos en su columna más humana y cotidiana, la que deja claro que los dirigentes políticos no están a la altura de sus ciudadanos. Y lo hace contando su domingo en Urgencias con su padre: "¿Qué te contaría yo de este domingo? Estoy en una clínica anhelando buenas noticias sobre mi padre. Acabamos de llegar a Urgencias y el concepto "desafío independentista" resuena también por aquí, en los ratos muertos".
Narra Golpe que "la incertidumbre catalana emerge entre chascarrillos, lo mismo que el cambio de estación o la última de Trump. Todo vale en este rincón de inquietudes con tal de no obsesionarnos con nuestro enfermo. Un espontáneo vecino de asiento rompe el hielo y comenta en voz alta, propiciando la participación del resto de la sala, que alguien ha colgado una bandera española en una ventana de la clínica. Otro aprovecha para opinar que el gesto le parece una horterada. Lo estaba temiendo...".
Como periodista y presentadora no tenía escapatoria: "Empiezo a tener complejo de oráculo cuando, súbitamente, alguien me pregunta qué va a pasar después del 1 de octubre. A continuación respondo las típicas curiosidades colaterales: "Ójala lo supiera, señora. Sí, Matías es encantador. Todos muy majos, claro".
Y se ahorra lo más duro: "Me habría gustado confesarles que, a pesar de la grave coyuntura política, nuestra curva de la audiencia baja en cuanto informamos del problema que se avecina este domingo. Me habría encantado explicarles que existe un hartazgo colectivo y preocupante al respecto".
La calle está a otras cosas, espera más de sus dirigentes y de la gente con una responsabilidad social: "Alguien se queja entonces de los directivos del Barcelona: "Parece mentira que, en un momento así, echen más leña al fuego con comunicados políticos. Otro chico añade que se alegra de que gente como Gasol no se pronuncie: "Seguimos al deportista, no a sus ideas". Una señora me coge del brazo: "Dígale a los políticos que se sienten el día 2 y que hagan honor a la palabra diálogo. Si no están a la altura, que dimitan". ¡Ya quisiera yo que nos escucharan, señora!".
Pero lo importante, sigue siendo lo importante: "Buenas noticias, me llama la enfermera y aparece por fin mi padre, sonriente. Viene hacia mí desde el fondo del pasillo. Todo se ilumina de nuevo. No has podido escribir tu columna... Esta vez no, papá, me la han dictado ellos. Me han contado sus verdades. Al final, así es la vida. Una larga sala de espera":