El mensaje enviado por Sánchez al móvil de Felipe González para hacer las paces
El líder socialista ya ha recuperado la interlocución con Zapatero y ahora aspira a hacer lo mismo con él. Lo que le faltaba a Susana Díaz para verse cada vez más fuera de juego.
Parece que Pedro Sánchez está empezando a dar señales de querer pasar página de su propia experiencia y tiene ganas de firmar la paz con la "vieja guardia" consciente de lo que pesa anímicamente en sus filas la sensación de unidad y sus errores del pasado.
Así, según publica Antonio Martín Beaumont en La Razón, en "esta segunda vida" Sánchez incluye incluso un cambio de opinión sobre Pablo Iglesias, del que el líder socialista desconfía hasta el punto de recibir con prevención su mensaje telefónico de felicitación navideña.
Según el entorno del secretario general del PSOE la prioridad pasa por un proyecto "a dos años vista como poco", para intentar ser presidente desde una posición clara.
A juicio de Beaumont, como "cualquier dirigente político necesita poder pisar terreno firme en su casa si desea lograr tal objetivo" ahora "Sánchez se reivindica como el heredero de una historia vinculada a la defensa de la cohesión social y territorial, situándose como el líder de las únicas siglas que pueden ser alternativa al centro derecha".
De hecho, ya ha recuperado la interlocución con José Luis Rodríguez Zapatero y "ahora aspira a la "gesta" -en palabras de un cercano a Sánchez- de hacer lo propio con Felipe González".
Sánchez ha dado pasos, a través de terceros, para la aproximación a González "y, a decir de voces autorizadas, con éxito". Incuso se habla de "intercambios de mensajes".
Aunque a diferencia de Zapatero, en Ferraz piensan que "Felipe prefiere mantenerse distante de la vida interna del partido Pedro quiere arreglar su relación con él". Y es que "el análisis que hace la guardia pretoriana de Sánchez es que rehacer las relaciones con sus antecesores es importante para afianzar la reivindicación de la historia del PSOE".
Y todavía hay algo más: "Reconstruir puentes, a ojos de algunos, resulta todavía más seductor si sirve para aislar a Susana Díaz de quienes llegaron a hacer campaña por ella. Frente al resto de baronías que le plantaron cara, desde Guillermo Fernández Vara a Emiliano García-Page, pasando por Javier Lambán o Ximo Puig, sólo la presidenta andaluza mantienen las espadas en alto".