Ussía se inventa un nuevo concepto para desprestigiar a Iglesias y Echenique

Mucho se está hablando esta semana de la imposición del Toisón de Oro a la Princesa de Asturias que, según señala este viernes Alfonso Ussía en su columna de La Razón, ha creado una nueva corriente emocional entre los españoles: "El leonorismo, que nació ante sus padres, sus abuelos Los Reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía, y su hermana, la Infanta Sofía". Pero también ante "la mugre, la falta de respeto y la vulgaridad de los acumuladores del odio patrio y el importado. El odio español representado por el menguante Coletas y el odio importado por el defraudador a la Seguridad Social Echenique, ese personajillo tétrico".

Se hace eco Ussía de que "el Rey le recordó a su hija las responsabilidades que un día tendrá que asumir, los deberes de la Corona y su firme concepto de servidumbre" y que en resumen se dio "una lección de sencillez, grandeza, e insisto, de ética y estética de la mejor España".

Tanto es así, insiste, que "hasta mi admirado amigo Federico Jiménez Losantos, que en cuestiones monárquicas no es precisamente un entusiasta, destaca "la extraordinaria imagen estética. El encanto, el candor, la belleza, eso que toda la vida se ha llamado “la formalidad” de la niña eran tan apabullantes, que de inmediato le saltaron al cuello con los cuchillos cachicuernos el famoso defraudador de la Seguridad Social Echeminga, y su amo Pablenín el Caraqueño".

También cita Ussía a Antonio Burgos, "que nutre su prosa y su melancolía en el Toisón de Don Juan, que tanto él como el que firma formamos parte de la gran manada de "cabrones estorileños", que así nos motejaban en algunos salones ducales de medio pelo".

Sea como fuere, para el periodista "el leonorismo ha nacido impulsado por la naturalidad. Allí estuvieron dos Reyes de España presentes y uno ausente. El que mantuvo la dignidad de la Corona en un prolongado destierro. El que impulsó la España libre y democrática que hoy desean machacar los hermanados nazis y estalinistas, y el que nos devolvió la esperanza a los españoles cuando denunció la insoportable deslealtad del separatismo catalán. Su hermana Sofía también fue protagonista, pero era el día de la Princesa de Asturias. Y nació el leonorismo, así, como quien no quiere la cosa".