Una embarazosa pregunta desarma a Iglesias y Sánchez y les deja en evidencia
Presumen de escuchar la voz de la gente, de ser su representación corpórea en el Congreso de los Diputados... entonces ¿cómo es que no tienen respuesta para esta pregunta tan sencilla?
La terrible muerte del niño Gabriel Cruz ha vuelto a poner en el primer plano la prisión permanente revisable en el peor momento para PSOE y Podemos. Estos días los análisis son constantes y Antonio Burgos ha querido recordar a algunos partidos en su columna de ABC que "hay veces en que la sociedad adelanta, supera y desborda a los partidos, como ocurrió con el Espíritu de Ermua".
Sin embargo, matiza, hay "otras en las que, por el contrario, los partidos se ponen de espaldas a la opinión pública y al sentir de la mayoría, pues sólo oyen el ruido de sus propios aparatos de poder".
A su juicio, esto es lo que va a ocurrir "en el Congreso de los Diputados, donde PSOE, Podemos, PNV «et alii», excepto PP y Ciudadanos, pedirán la derogación de la prisión permanente no revisable. Derogación a la que se ha opuesto con su firma casi tres millones de españoles, exponentes de un estado de opinión ahora exacerbado con el horrendo crimen del Pececito Gabriel Cruz".
Burgos pone en un aprieto a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias al argumentar que "dicen los que se oponen a la prisión permanente no revisable que no se puede legislar en caliente. En el caso que nos ocupa, digo yo que tampoco se puede entonces derogar en caliente. Cuando los casos de Sandra Palo, Marta del Castillo, Mari Luz Cortés, Ruth y José o Diana Quer dijeron eso: que no se puede legislar en caliente, cuando la sociedad exigía mano dura penal contra los condenados o imputados como asesinos. Ahora, con España acongojada por la muerte de Gabriel Cruz e impresionada por la lección de coraje, fortaleza y esperanza de su madre, Patricia Ramírez (chapó, señora), no se trata de legislar en caliente si se pide continuar con la prisión permanente no revisable, no".
Más aún, saca los colores a PSOE y Podemos apuntando que "si en España hubiera vergüenza, que cada día lo dudo más profundamente, hoy, como se echaron a la calle las mujeres para pedir su igualdad frente a los hombres o los jubilados para exigir pensiones sin pérdida de poder adquisitivo, nos tendríamos que manifestar los que no sólo hemos firmado para que no sea derogada la prisión permanente revisable, sino para que los supuestos de su aplicación sean ampliados a los casos que nos llegan al alma en su crueldad y en el absurdo de su maldad, cual es este crimen de Níjar que ha conmovido a España. ¿Es que el PSOE y Podemos no oyen el clamor de España para mantener la prisión permanente revisable para estos asesinos abominables? Ese sí que es un clamor no revisable, de hondo, de sentido, de conmiserativo con ese ejemplo de mujer que es Patricia Ramírez, la que, encima, ha tenido la templanza de pedir que ese sentir de España no acabe en rabia contra la presunta asesina".
Y ya que estaba, lanza una serie de preguntas incómoda al aire: "¿Por qué, si no quieren la prisión permanente, no exigir al menos el cumplimiento integro de las penas? ¿Que eso va contra la reinserción que dice la Constitución? ¿Pero dónde vamos a reinsertar a la presunta Ana Julia?".
Y para concluir una para el lector: "Usted en el hospital tiene que pagar la TV si quiere verla en su cuarto. En la cárcel la tiene gratis, y sauna, y piscina climatizada. No me explico que ante este clamor social no revisable haya partidos que sigan poniéndose del lado de los verdugos y no de sus víctimas".