Ussía da una lección de Historia a Ada Colau que deja tiritando a Pedro Sánchez
No es santo de su devoción la alcaldesa de Barcelona, pero la última del Ayuntamiento ha despertado la ira del periodista contra ese "saco de rencor pestilente" y ha fulminado al socialista.
No se puede decir que la alcaldesa de Barcelona sea santo de la devoción de Alfonso Ussía, pero la última decisión del Ayuntamiento ha provocado la ira del columnista de La Razón, que en su última columna se emplea a fondo contra ese "saco de rencor pestilente que responde al nombre de Inmaculada Colau", que "a su lado tiene al eximio argentino Pisarello, que forma parte del comando destructivo que Argentina nos ha enviado con las peores intenciones. Pisarello, Echenique, Ekaizer, Dante Fachin, la Monja Coñazo, y los malabaristas de pesas de los semáforos que pulverizan lunas y abollan coches cuando pierden el dominio de sus voladores artilugios".
Todo ello porque "la alcaldesa de Podemos retiró el monumento al primer marqués de Comillas sin reparar que el humilde montañés de origen, el comillano, hizo más por Barcelona y Cataluña que cien mil catalanes juntos. Y ahora la ha tomado con el Almirante Cervera, héroe de la Guerra de Cuba, al que va a borrar su calle en beneficio de un actor de tercera categoría cuyo mérito principal no fue otro que la emisión de una frase vinculada al buen gusto y la excelencia intelectual: "La unidad de España me suda la polla. Que se metan España por el puto culo a ver si les explota dentro".
A juicio de Ussía "lo que se antoja inconcebible, intolerable e indecente, es sustituir al Almirante Cervera por un cómico de tan bajo nivel artístico y cultural como Pepe Rubianes. Es un mal ejemplo. Como si en Madrid, la también podemita y comunista Manuela Carmena decide descolgar de su calle a Velázquez, o Goya, o Jorge Juan, o a María de Molina, para inmortalizar en el callejero al difunto Cojo Manteca, el más eficaz destructor de mobiliario urbano de la ya larga y rica Historia de la Villa y Corte".
Para el periodista y escritor, "el gran problema de estos podemitas con poder no es su ignorancia y resentimiento. Es su majadería. Quieren borrar la Historia de España, aniquilar a sus héroes, humillar a sus grandes, enviar al olvido sus gestas y sus ejemplos, y eso no se consigue así como así. Ada Colau pasará muy pronto al sótano de las pesadillas, en tanto que el Almirante Cervera, con o sin calle en Barcelona, estará siempre presente en la mejor Historia de España".
Claro que más "complicado de explicar a las futuras generaciones de barceloneses será el mérito y la trayectoria de Pepe Rubianes para ocupar calle de tanta importancia. Porque Rubianes fue un actor manifiestamente mejorable, sólo destacable en su tramo final por sus mensajes de odio. De seguir Ada Colau unos años más en el Ayuntamiento, ideará cambiar el nombre al Parque Güell para pasar a denominarlo Parque Jordi Évole, Parque Roures, o Parque Pilar Rahola. La ignominia de retirar el nombre de un héroe acrecienta su vileza cuando la sustitución onomástica es consecuencia de la cloaca cultural".
Y ya que estaba, Ussía tira de ironía y da ideas "al equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid que administra la capital gracias al PSOE de Pedro Sánchez" y vuelve al Cojo Manteca: "Tenía todas las virtudes que se exigen en los ámbitos podemitas para pasar a la posteridad. Era violento en extremo, y mientras sus compañeros de manifestaciones pacíficas destrozaban bancos de piedra, cabinas telefónicas y escaparates al ritmo de veinte objetivos por minuto, Manteca, en solitario, se cepillaba el doble a pesar de su pierna perjudicada. Se especializó en las calles de Alcalá y Gran Vía, sin renunciar a la Puerta del Sol y la Carrera de San Jerónimo".