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Gistau pone la puntilla a Iglesias defendiéndole de su peor y acérrimo enemigo

Demasiado goloso como para abstenerse de decirlo en voz alta. Los Iglesias/Montero ya no son lo que eran y les han dado donde más le podía doler a Podemos en votos. Y aún faltaba lo peor.

David Gistau

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Aparte del cachondeo generalizado en las redes sociales, este jueves todos los analistas políticos se hacían eco de la hipocresía de los líderes de Podemos, Pablo Iglesias e Irene Montero, al hilo del chalé de 600.000 euros en la sierra de Madrid que se supone que se han comprado con sus modestos sueldos de políticos de la "casta".

Y entre ellos, David Gistau, se descarga a gusto de ironía en su columna de ABC: "La ventaja de admitirse un pequeño burgués es que resulta difícil incurrir en contradicciones doctrinales. Cuando uno asume un papel social carente de fotogenia subversiva y de votos de pobreza a la manera de los profetas andariegos, queda a salvo de la impostura y, si sus ahorrillos se lo permiten, puede cumplir el sueño pequeño burgués por excelencia, el del chalet con parrilla de obra. Y todo ello, sin traicionar credos ni coartadas utópicas".

Otra cosa es lo contrario. Con mucha guasa, Gistau añade que "simpatizo tanto con la consagración chaletera de los Iglesias/Montero que me gustaría, en adelante, defender a Pablo Iglesias de los ataques que sufrirá por parte del más rabioso de los enemigos sociales con los que puede toparse ahora: Pablo Iglesias. Porque nadie puede asegurar a Pablo Iglesias que, al cepillarse los dientes por la mañana en su chalet de La Navata, quién sabe si sintiéndose culpable por dedicar pensamientos a cuestiones tales como los aspersores automáticos para el jardín, no se verá afeado por su propio reflejo en el espejo. Que le dirá aquello, sobre lo cual Pablo Iglesias levantó un discurso germinal de la nueva política, de que ningún político que viva en un chalet periférico en lugar de en Vallecas puede decir que se entera de nada de cuanto ocurre ahí fuera. De que ningún político que se mude a un ático de 600.000 euros, aunque lo haya conseguido trabajando honradamente, puede ser considerado inocente ni, por supuesto, miembro de "La Gente".

Concluye Gistau que "se me hace raro pensar que todas las cosas que dijimos para contener la demagogia rencorosa de Podemos habrá que repetirlas ahora para defender a Pablo Iglesias de sí mismo. Bienvenidos".