Este es el truco psicológico con el que Sánchez quiere engañar a los españoles
Breve, directo y al grano. El periodista no se anda con rodeos para recordarle a Màxim Huerta lo que el "Dream Team" de Pedro Sánchez parece haber olvidado. Spoiler: todo tiene truco.
Con un solo número titula este martes David Gistau su columna de El Mundo: 84. Y es que "el Gobierno que se pretende un Dream Team que transformará el país y la Constitución con 84 diputados puede parecer ingenuo y pomposo", sí, "pero también puede recurrir a ciertas técnicas psicológicas empleadas por aquellos que, al creer que el parecer es el preludio del ser e incluso a veces su sucedáneo, están convencidos de que el artista comienza a serlo cuando se rebana una oreja".
O lo que es lo mismo: "Éste es un Gobierno supuestamente transformador y fundador de la nueva España que, sabiendo que carece de fuerza para serlo, de momento se conforma con parecerlo. Para que así la idea quede sembrada en la psicología colectiva con tal profundidad que las elecciones se transformen en un simple trámite de legitimación".
Y de ahí "el delicioso fingimiento de las ministras que aparecen estos días en los periódicos con cara de prócer para explicar ambiciosísimos proyectos de país y de pacificación social que les resulta imposible cumplir porque en el Hemiciclo apenas les alcanzan los escaños para hacerse llevar un vaso de agua. Se trata de que la indigencia parlamentaria, ese inconveniente tan prosaico después del show de alfombra roja de los nombramientos, parezca un problemilla burocrático que subsanarán las elecciones, pues nadie se atreverá a usar éstas para sabotear el alumbramiento del mejor de los mundos posibles que un Gabinete de paladines a lo Camelot ya tiene diseñado en sus mapas".
El caso es que "mientras termina de descubrirse que toda la munición política de este Gobierno de los 84 diputados es de fogueo, Sánchez puede sostenerse unos días más, e incluso ganar corpulencia en las encuestas, gracias a un indudable prestigio repentino".
Para concluir, ironiza Gistau, "llevo una semana tan purificado y optimista que le explicaría la regla del fuera de juego a Màxim Huerta".