La estrella que iluminó a Rivera y Madina se sube al 'cohete' de Pedro Duque
Es una periodista y consultora respetada que, no hace tanto, mandaba mucho en Ciudadanos, ayudaba a Madina y mantenía su amistad con la Reina. Ahora se va con Sánchez y con Duque.
Si Pedro Duque va en cohete, tener una estrella al lado es lo razonable. Y ya la tiene, y no cualquiera: Inmaculada Aguilar Nàcher es su nueva Directora de Gabinete, la mano derecha que capitaneará la nave de uno de los ministros más incontestables y queridos de todo el Consejo.
No es un fichaje cualquiera y define muy bien el concepto transversal que Pedro Sánchez le ha querido dar a su Gobierno, hasta el punto de que para muchos podría haberlo sido de Ciudadanos. Y de ahí precisamente procede, en otros destinos, Aguilar: hasta hace dos años ostentó esos mismos galones con Albert Rivera, que la fichó tras su paso por la asesoría en el Senado del Grupo Entesa catalán, aunque algo pasó y esa relación profesional declinó.
De Madina a Sánchez
Socia de Mas Consulting, Inma Aguilar es una de las consultoras políticas con más experiencia en España, con una larga biografía que incluye capítulos curiosos: ahora va a trabajar de algún modo para Sánchez, pero a quien dedicó sus desvelos y saberes profesionales no hace tanto fue a su rival interno más furibundo, aquel Eduardo Madina que hoy está totalmente desplazado por el sanchismo.
Aguilar es vista, además, como una de las mejores amigas de la Reina Letizia, de ese grupo reducido de periodistas de su absoluta confianza que conforman, entre otras, Sonsoles Ónega o Sagrario Ruiz de Apodaca, pareja de Lorenzo Milá: todas ellas profesionales de la información que hicieron piña con doña Letizia cuando ella también peleaba por las audiencias en la extinta CNN+ o en TVE.
Sobre Podemos
Sánchez y Duque fichan así a una experta en estrategia política y Elecciones, progresista y con horas de vuelo en televisión, que sabe mucho de posicionamiento y ha escrito mucho últimamente en el periódico de Ignacio Escolar. Suyo es uno de los análisis más certeros, por ejemplo, sobre la compra del famosos casoplón en Galapagar por parte de Pablo Iglesias e Irene Montero, del que dijo algo muy oportuno:
"Lo difícil de explicar es la incoherencia, la contradicción entre lo que se predica en la política y lo que se hace en lo personal. Este caso afecta al relato de Podemos, el de “No nos representan”. Se rompe el relato y se rebaja su discurso. También es un problema de representación de un modelo de ver la vida. Creen y dicen cosas distintas de lo que hacen".
La estratega se suma así a un equipo que, más allá de sus destinos concretos, asumirán buen parte de los retos mediáticos y estratégicos del propio Sánchez. Allí están Iván Redondo, inventor de Albiol o Monago y ahora cerebro gris del sanchismo; o Miguel Ángel Oliver, un periodista querido en la profesión que comanda ya la Secretaría de Estado.