Sánchez rehúye defender al Rey en plena oleada de acoso nacionalista a la Corona
El soberanismo ha declarado la 'guerra' a la Casa Real por su papel contra el 'procés'. Pero el presidente rechaza dar un apoyo explícito al Rey para no "agravar" el problema.
El Rey está solo frente al acaso independentista. O al menos lo parece. Lo seguro es que el Gobierno no le ha defendido en público de la campaña de acoso del independentismo, saldada con un boicot institucional global desde las instituciones catalanas dominadas desde la distancia por Puigdemont.
Pero el abandono va más lejos y el propio Pedro Sánchez lo ha hecho explícito al negarse, por dos veces, a salir en defensa del Jefe del Estado, declarado incluso persona non grata en Gerona, donde también se le ha prohibido celebrar los prestigiosos premios Princesa de Girona en un espacio público del Ayuntamiento. Todo ello enmarcado en la decisión oficial de la Generalitat de romper relaciones con la Casa Real.
En una entrevista que publica hoy El País, el jefe del Ejecutivo ha rechazado hasta en dos ocasiones amparar a la Corona, pese a que en sendas preguntas la directora del rotativo, Soledad Gallego Díaz, y el periodista Carlos E. Cué le inquirieron al respecto de manera explícita. El pasaje literal es el siguiente, reproducido en su integridad:
Pregunta. ¿Cómo va a reaccionar el Gobierno ante la decisión de la Generalitat de Cataluña de romper relaciones con la Casa del Rey?
Respuesta. Los tiempos en que el Gobierno agravaba los problemas con Cataluña acabaron. Tenemos que ir paso a paso, reconstruir la confianza, la lealtad quebrada durante estos años de conflicto entre la Generalitat y el Gobierno de España. Esa es la voluntad que yo voy a manifestar al presidente Torra cuando me reúna con él el próximo día 9 de julio. Hay muchísimas cosas que se pueden hacer. Desde el año 2011 no se reúne la comisión bilateral, que puede servir para reducir los conflictos en recursos al Tribunal Constitucional, agilizar cuestiones como las infraestructuras, las inversiones. Mi voluntad es normalizar las relaciones institucionales. En el medio plazo hay que abordar entre todas las fuerzas políticas una renovación del pacto constitucional.
P. Si la Generalitat sigue forzando la tensión con la Casa del Rey, ¿cómo va a reaccionar?
R. La Casa Real acertó cuando planteó que en todo lo que tiene que ver con la política es el Gobierno y el presidente quien tiene que marcar las líneas. Elpresident Torra sabe perfectamente que con quien tiene que dialogar para normalizar esas relaciones es con el presidente del Gobierno. Nosotros lo vamos a hacer. No se entendería que, por ejemplo, cuando se convoque el Consejo de Política Fiscal y Financiera, no esté la Generalitat.
Pedro Sánchez, entre el Rey y Torra en la gélida presentación de los Juegos del Mediterráneo el pasado viernes en Tarragona
Según sus propias respuestas, amparar a la Jefatura del Estado desde el Gobierno supondría "agravar" los problemas con Cataluña, hasta el punto de que envía antes un recado a la Corona que al independentismo, recordándole a Felipe VI que, en cuestiones políticas, es el presidente quien marca las líneas.
Se trata de una alusión velada al discurso más político que don Felipe ha firmado desde que relevó a su padre hace cuatro años, el del 3-O del año pasado, cuando salió a escena en una alocución televisada para frenar el desafío separatista y recordar la vigencia de la España constitucional unida.
La mano derecha de Puigdemont
Esa intervención, muy aplaudida por los ciudadanos, se considera aún una afrenta para la Cataluña soberanista, hasta el punto de que la mano derecha de Puigdemont, Elsa Artadi, la volvió a presentar hace apenas unos días como una agresión a Cataluña de un Rey merecedor de aislamiento a su juicio: "El Gobierno catalán no puede actuar con normalidad con una persona que ha justificado la violencia", llegó a decir.