Zarzalejos pone nervioso a Rivera con una advertencia sobre Sánchez y Casado
Máxima expectación ante la reunión del presidente del Gobierno y el líder del PP de la que puede salir escaldado el líder del partido naranja. Sus dos oponentes traman algo que no le gustará
La actualidad política pasa este jueves por la reunión "muy táctica" y "oportuna" que mantienen el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el recién elegido presidente del PP, Pablo Casado y José Antonio Zarzalejos utiliza su columna en El Confidencial para desvelar por qué el socialista quiere dar al popular el estatuto de liderazgo de la oposición y convertirle lo antes posible "en referencia política e ideológica" para confrontar sus tesis y sus políticas.
Según Zarzalejos, "el presidente de Cs es mucho más amenazante para los intereses socialistas. En el PSOE, se prefiere al presidente del PP que al de Ciudadanos porque "los equilibrios del bipartidismo imperfecto se mantendrían". Una posición muy lógica desde el punto de vista socialista: ahora Sánchez está drenando mucho voto de Podemos (los sondeos lo sitúan en torno al 16%) y ha disminuido el flujo de los sufragios que migraban del PSOE hacia Ciudadanos".
Vamos que "los socialistas y el PP quieren ser cabeza de león en ambos bloques: el de centro izquierda y el de centro derecha, respectivamente".
O lo que es lo mismo: "Sánchez y Casado necesitan mantener unas pésimas relaciones, una interlocución de confrontación que oculte a Iglesias por un lado y a Rivera por otro".
Así, "fuentes del PP y del PSOE son perfectamente conscientes de que no habrá acuerdos entre los dos dirigentes".
Por otro lado, "en el PP se reclaman elecciones con la boca pequeña. Recién salido de un congreso extraordinario y con un líder que no alcanza en valoración a Rajoy (tiene un porcentaje alto de desconocimiento entre el electorado general), Casado necesita tiempo: frente a Ciudadanos y frente a Vox para delimitar el espacio, y ante el PSOE para contrastar su programático discurso en el 19º congreso que le eligió".
En conclusión: "El único partido que reclama con plena convicción la celebración de elecciones es Ciudadanos. Rivera ha absorbido ya el impacto de la moción de censura, y con la elección de Casado tiene delimitado su terreno de juego: por la izquierda, las políticas de Sánchez, que complacen más a sectores que han votado a Podemos que a los de centro izquierda; por la derecha, las de Casado, que debe taponar fugas por dos flancos. El catalán y sus colaboradores trabajan en una estrategia centrista, liberal y para mayorías. Tienen cartas en la manga, pero las enseñarán después del verano".