Sánchez se vanagloria del avance de los gais en La India y genera estupefacción
Fue un mensaje bienintencionado, pero con un punto de vanagloria que provocó una mezcla de hilaridad, extrañeza y carcajadas. Es éste, y aún genera ríos de risas.
Sabida es la tendencia de Pedro Sánchez a las poses y a los mensajes grandilocuentes, simbolizadas en su visita a la celda de Mandela o en sus reiteradas imágenes kennedyanas entre perros y árboles del ala oeste de La Moncloa.
Esta vez se la ido la mano del todo, al menos a juzgar por la estrepitosa reacción que ha generado un mensaje de apariencia bienintencionada que sin embargo, para muchos, produce estupefacción, carcajadas o enojos, según el barrio.
La cosa tuvo que ver con la despenalización de la homosexualidad en La India, algo que en España sucedió en 1995, trece años después, por cierto, de la primera victoria socialista con Felipe González. El presidente, siempre dispuesto a unir su imagen a la de las mejores causas, utilizó su perfil en Twitter para decir literalmente lo siguiente:
"India ha dado un paso histórico con la despenalización de la homosexualidad. Miles de personas han luchado durante años para conseguirlo. El compromiso de España con los derechos y libertades de las personas LGTBI es firme. Queda mucho por avanzar".
La respuesta feroz
Nada que objetar, por supuesto, a una causa defendida por todos ya en España. La cuestión es que para los seguidores que Sánchez fue un intento más de arrimar el ascua a su sardina para pasar por el campeón de las libertades que dice ser. Y provocó un alud de respuestas:
Este mensaje fue tal vez el más elocuente de todos, pues recuerda a Sánchez sus reiterados mensajes de apoyo al Ramadán y sus pocas palabras a la persecución de homosexuales que profesan, precisamente, esa religión.
El presidente no volvió a referirse más al asunto, aunque tal vez si viera el hilo que siguió a su disertación medallística se daría cuenta de que no gustó nada: desde Navantia hasta el desempleo, sus propio seguidores le preguntaron si no tenía nada mejor de qué ocuparse que de hacer el indio.