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Beaumont mete el "vértigo" en las filas del PSOE con un "tufillo" sobre Sánchez

La penúltima jugada desesperada del presidente del Gobierno le ha supuesto un caldero hirviendo dentro de sus propias filas e ilustres dirigentes del PSOE le están dejando para el arrastre.

Beaumont mete el "vértigo" en las filas del PSOE con un "tufillo" sobre Sánchez

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No se habla de otra cosa en las columnas de opinión que del ridículo que está haciendo el PSOE con el cadáver de Franco y Antonio Martín Beaumont asegura este viernes en su artículo de La Razón que "el penúltimo movimiento de ficha del Gobierno acudiendo a la Santa Sede desprendió el aroma de jugada desesperada para intentar ahorrarse el fiasco del traslado a La Almudena".

A su juicio, "el callejón en el que se ha metido Sánchez prometiendo la exhumación de Franco del Valle de los Caídos le ha llevado a intentar traspasar la patata caliente al mismo Papa. "Francisco no puede permitirse de ninguna manera tener al dictador en la catedral de Madrid", repite el entorno del presidente, que ha decidido toquetear todas las teclas por si alguna suena y le permite salvar la cara".


Claro que tampoco lo tiene mejor en su patio particular: "El presidente debe ganar este pulso", señalan desde La Moncloa, como si Sánchez necesitase una tardía victoria sobre los huesos de Franco en su alocada carrera por cacarear, junto a sus aliados, ese espíritu de la moción de censura que no se quitan de la boca".

Un "espíritu", lamenta Beaumont, "que tampoco descarta emprender un proceso constituyente que para algunos aliados, como los independentistas y Podemos, pasa por dinamitar la figura del Rey Felipe. Y, por qué no, arrinconar de paso a la Iglesia para agitar el espantapájaros anticlerical que tanto gusta a cierta izquierda".

Para desgracia de los socialistas, "el imaginario sanchista se va escribiendo sobre renglones torcidos de gestos frentistas alejados del clima ponderado de una mayoría de españoles".

Con tal de seguir en La Moncloa ignora los avisos de ilustres socialistas asegurando que es una "irresponsabilidad llevarse por delante la colosal participación del PSOE en estos 40 años para hacer realidad la Constitución de 1978 y asentar el periodo más próspero de España".

Concluye Beaumont que "así las cosas, y según avanza, el mandato de Sánchez sólo rezuma inutilidad gestual inservible para cimentar la estabilidad. Ya ni hay reacción ante las ilegales bravuconadas secesionistas, extendiendo un tufillo que apesta de estar al dictado de sus “peligrosos” aliados. Lo que produce vértigo en distintos sectores de su partido ante la incertidumbre de lo que eso les va a deparar en las próximas elecciones".