El brutal alegato de Herrera contra los antifranquistas que profanan tumbas

A vueltas con los restos de Francisco Franco, este viernes Carlos Herrera se hace eco en su columna de ABC de que "un cretino autoconsiderado artista, aunque de escasa o nula proyección, se volcó sobre la sepultura de Franco para pintar lo que él consideraba una paloma de La Paz y unas palabras alusivas a la libertad. Fue detenido, puesto en libertad y algún día puede que responda de su acción ante algún juez".

Y prosigue: "De estar en vigor la legislación que pretende impulsar el tándem PSOE-Podemos, al sujeto en cuestión le darían una beca para cursar estudios de escultura en la misma Francia, pero de haber realizado la acción contraria en la estatua que Largo Caballero tiene en la Castellana, escribiendo cualquier cosa acerca de los españoles y su entendimiento, al gilipollas en cuestión le caería la mundial".

Según señala Herrera muy duro, "la acción de este pobre tonto es la primera profanación manifiesta que se produce en 40 años en la Basílica del Valle de Los Caídos. Me consta que muchos albergaron sentimientos muy contrarios a los que inspira esa tumba, pero en virtud del progreso de los tiempos, se limitaron a expresarlo en privado y no a abalanzarse sobre la sepultura de su enemigo. Muchos más apostaron por superar escenarios perfectamente olvidables y escribieron páginas de reconciliación admirables".

Sin embargo, recalca, "desde la llegada de la teoría revisionista de Rodríguez Zapatero, según la cual había que volver al maniqueísmo de los buenos y los malos, creció en España el rebrote del guerracivilismo y de la reactivación de todas las revanchas pendientes".

Muchos más apostaron por superar escenarios olvidables y escribieron páginas de reconciliación admirables

Será por eso que "se ha dado el caso de que un imbécil que tenía apenas cinco años cuando murió Franco, se sienta en la obligación de ajustar cuentas con el pasado y actuar en pos de la reconciliación".

Para Herrera, "resulta sorprendente que ahora, 43 años después de que se enterrara a aquél señor bajo una losa de cientos de kilos, un gobierno dedique sus horas a tensionar a la población y a hacerle creer que su verdadero problema reside en que una momia determinada repose en un mausoleo a 50 kilómetros a de Madrid".

El Vaticano

También sorprende "que dedique sus esfuerzos diplomáticos a que el Vaticano impida enterrar ese cuerpo en una cripta familiar en una iglesia de la capital. Y sorprendente también que quiera hacer creer a todos que el franquismo sigue vivo en las esquinas y que el enemigo solo podrá ser vencido disolviendo sus cenizas y haciéndolas desaparecer".

Y el remate del locutor de la COPE es genial: "Franco no es el problema de España, desengáñense los nostálgicos del antifranquismo tardío. El problema de España está en la izquierda que lo desentierra, que improvisa cómo hacerlo, que no tiene calculado plan alternativo alguno y que insiste, de forma machacona, en considerarnos a todos tan idiotas como los que están dispuestos a gastar pintura en garabatear la tumba de personas de las que nadie se acuerda".