El economista Rallo revienta a Errejón demostrando con datos su "ignorancia"
Si el candidato de Podemos a gobernar a los madrileños a partir de 2019 pensaba que no se iba a enterar nadie estaba pero que muy equivocado y le han lanzado un misil a su línea de flotación
Si Íñigo Errejón pensaba que lo que dijera en Chile no se iba a escuchar en España estaba muy equivocado y se ha metido en un buen lío.
Algo de lo que se encarga este miércoles el economista Juan Ramón Rallo en su columna de El Confidencial recordando que el candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid e integrante de la (mal) llamada ala moderada de Podemos, ha hablado sobre la situación de Venezuela desde Chile.
Para Rallo es muy importante que lo haga "desde Chile, no desde España" porque "aquí, la extrema izquierda patria solía apelar al referente chavista hasta 2013, momento en el que el colapso petrolero del país mostró que los presuntos logros del socialismo bolivariano no eran más que el subproducto de un burbujón de rentas petroleras condenado a reventar".
Y desde entonces, argumenta, "los dirigentes de Podemos han guardado dentro de España un prudente silencio electoralista sobre Venezuela, que acaso algunos confundieran con un distanciamiento ideológico del desastre bolivariano: pecados de juventud que ya han sido superados por su maduración dentro de las instituciones políticas españolas".
Sin embargo, y "por suerte", señala el economista, "Errejón es bastante explícito en esta reciente entrevista acerca de sus 'actuales' simpatías hacia el chavismo, a quien apenas le afea no haber resuelto completamente bien la conducción económica del país".
Para Rallo "cualquiera que lea la entrevista debería sorprenderse de la absoluta falta de sensibilidad de Errejón ante la misérrima situación de los venezolanos, sobre todo en contraste con la hipersensibilidad que siempre ha exhibido frente a la (infinitamente menos dramática) situación económica de los españoles".
Más aún, insiste, "curioso que en España Podemos retuerza las estadísticas para exagerar la situación de pobreza relativa de los españoles y, en cambio, en Venezuela las retuerza para minimizar o incluso ocultar la situación de pobreza absoluta de los venezolanos. Cualquiera diría que se trata de una empatía impostada hacia la pobreza según su capacidad para instrumentarla políticamente".
Magnánimo pide conceder a "Errejón el beneficio de la ignorancia: supongamos que no miente sin rubor sobre la tragedia humanitaria de Venezuela con el único propósito de respaldar ideológicamente a un régimen autocrático y pauperizador como el de Maduro; supongamos que, en efecto, desconoce las estadísticas y que, por tanto, cree ingenuamente que el chavismo ha logrado "drásticos avances" para el país. En tal caso, mostrémosle la evidencia para que, así, pueda cambiar radicalmente su opinión acerca del régimen. Si es un ignorante de buena fe, el conocimiento debería impulsarle a volverse radicalmente antichavista".
Rallo se hace eco de las cifras reales de Venezuela con datos negro sobre blanco y concluye que "cuando Errejón loa las falsas virtudes del chavismo, está actuando, inconsciente o conscientemente, de altavoz propagandístico del régimen: repite sus mismas consignas y sus mismas mentiras al tiempo que abraza su apagón informativo acerca de la tragedia humanitaria que vive el país". Y lo peor, a su juicio, es que "ese político filochavista es el que aspira a gobernar a todos los madrileños a partir de 2019".