Las verdaderas razones que llevaron a Carmena y Errejón a apuntillar a Iglesias
Se habla del manifiesto deterioro de las relaciones de ambos con el líder morado, se habla de los desprecios y puñaladas que sufrió él por parte de la "pareja alfa", pero nada de eso...
A vueltas con la deserción de Íñigo Errejón de Podemos, este lunes Ignacio Camacho ahonda en su columna de ABC en las verdaderas razones que le llevaron tanto a él como a Manuela Carmena a independizarse de la formación morada.
Se remonta el periodista al pasado diciembre, cuando bajo la marca de Adelante Andalucía, sufrió un severo descalabro pero "no se ha oído en la formación tardocomunista nada parecido a una razonable autocrítica": "la reacción de Pablo Iglesias consistió en llamar a sus bases a una "alerta antifascista" que trataba de disimular la evidente caída colocando el foco sobre el éxito de Vox y su inesperada fuerza disruptiva".
Pero "los hechos son tercos: en el escenario andaluz su partido ha pasado de tercera a cuarta fuerza política y las encuestas le auguran un resultado similar a escala nacional en las próximas elecciones legislativas".
En este escenario "la sonada defección de Errejón en Madrid ahonda la percepción de esa crisis de modelo y de liderazgo".
Pero Camacho lo tiene muy claro: "Con un Podemos fuerte como el de hace cuatro años, ni Carmena hubiese independizado su lista ni Errejón se habría echado por sorpresa en sus brazos. Ambos huyen de una organización que parece haberse convertido en un chicharro para buscar a la izquierda del PSOE su propio espacio".
En otras palabras: "El deterioro de las relaciones personales de ambos con Iglesias no basta para explicar este paso; el cofundador del partido, el teórico de su estilo populista, tiene motivos para sentirse preterido y humillado pero sin las evidencias de declive es difícil que se hubiese atrevido a un desmarque tan claro. El mensaje a la opinión pública de los dos dirigentes madrileños es que Podemos está estancado, y que la impronta personalista, autoritaria, del líder y su pareja Irene Montero lo conduce hacia una inevitable cuesta abajo. La creación de candidaturas autónomas apunta un último intento de eludir el fracaso, al otro lado del cual espera un socialismo siempre dispuesto a acoger a los arrepentidos bajo su manto".