Beaumont advierte a Sánchez de las consecuencias de su sondeo interno "secreto"
Las órdenes del presidente del Gobierno son unas y trinas pero lo que está pasando bajo cuerda es muy distinto. El "sálvese quien pueda" es terriblemente poderoso pero, oye, fue bonito...
Fue bonito mientras duró, advierte este martes Antonio Martín Beaumont sobre lo que le está pasando a Pedro Sánchez, pero la sangría de votos ha disparado todas las alarmas en el PSOE después de recibir los resultados de una "encuesta interna demoledora que circula ya como una losa entre los principales dirigentes afines al presidente".
Un sondeo muy alejado del "paradisiaco CIS de José Félix Tezanos" y más cerca de la "sensación de fin de fiesta" que se extendió por la cúpula del PSOE al poco de terminar las elecciones en Andalucía, recalca en su artículo de La Razón.
Y es que por más que se intenta mantenerlo dentro de "la mayor discreción posible y al margen del sanedrín de Ferraz" la encuesta deja claro que "el paso por las urnas el 26-M les traerá a los socialistas muy malas noticias".
Y es que aunque los próximo al presidente "aseguran que él está convencido de que el PSOE ganará las municipales y europeas también sabe que la alternativa post-electoral de PP, Cs y Vox podría dejarlo sin apenas poder territorial". Lo mismo que le pasó al PP en 2015, el más votado en diversas comunidades pero desalojado sobre todo por la pinza entre PSOE y Podemos.
Según Beaumont, el descalabro de Podemos y la entrada en escena de los de Santiago Abascal con una fuerza inédita en un partido tan joven le han dado la vuelta al paisaje político con tal fuerza que, según la mencionada encuesta, solo Emiliano García-Page tendría la capacidad de retener Castilla-La Mancha frente a un hipotético acuerdo del centro-derecha: "El resto de sus presidentes autonómicos correrían el riesgo de ser descabalgados", incluso el transversal Guillermo Fernández Vara.
Para el director de ESdiario, que "Sánchez se presente como único depositario del voto útil contra el pacto de las derechas se antoja una política de vuelo corto", "casi tan cuestionable como el llamamiento al miedo" a la derecha de Pablo Iglesias.
Será por eso que se "impone la estrategia de acercarse a Cs donde sea posible" por mucho "que exista la orden en contra desde Ferraz".
Y será por eso que "a esos candidatos socialistas autonómicos y municipales no les quedará más remedio que apostar por campañas muy personales que intenten contrarrestar el desgaste del sanchismo".
Vamos, que "quienes se juegan su futuro dentro de cuatro meses buscarán ir por libre y fiarse de su fuerza para alejarse de los estragos de las políticas del Gobierno" y del "efecto pernicioso que entre sus votantes han tenido los coqueteos con el independentismo catalán".
Son los mismos dirigentes que admiten sin tapujos que "el momento actual para el PSOE es pésimo" y ahora "les toca neutralizar en campaña la larga y pesada figura de Pedro Sánchez".