El "regalo" envenenado de Rivera a Pedro Sánchez que amenaza ruina en el PSOE

Se acabó. Con el adiós a los presupuestos Antonio Martín Beaumont habla en su columna de La Razón del fin del bloque de la moción de censura y de la huida hacia adelante de un Pedro Sánchez que saca pecho a punto de anunciar adelanto electoral.

A su juicio, "la iniciativa de participación democrática, legítima, cargada de razones, de Colón terminó de hacer mella en los estrategas que rodean a Sánchez, que consideran un "regalo" la estampa del líder de Ciudadanos junto a los de PP y Vox para presentar a Sánchez como un líder dialogante y moderado, acosado a partes iguales por "las derechas" y por los secesionistas".

Sin embargo, Beaumont asegura que lo que se está fraguando en la calle es el hartazgo por el sometimiento de Pedro Sánchez al independentismo asumiendo su relato" con una serie de polémicas propuestas que "lógicamente, han incendiado no solo a gran parte de los españoles, sino también –así me consta– a la cúpula del poder judicial justo al inicio del juicio por el procés. Ante la opinión pública internacional, las negociaciones sirven para activar la propaganda separatista contra el Tribunal Supremo".

Y a pesar de todas las humillaciones independentistas que lleva a sus espaldas, "Sánchez se consuela auto-convenciéndose de que en abril le arrebatará el "centro" a Albert Rivera, impidiendo su "blanqueamiento" –así lo definen en Ferraz– mediante acuerdos con barones socialistas tras el 26-M".

Concluye Beaumont que el PSOE tiene "sed de campaña" y que sus "particulares cálculos, llevan a vaticinar la posibilidad de pasar de los actuales 84 diputados a 120. Pero, tal y como advertía un miembro de la Ejecutiva Federal socialista: "Aquí no se trata de ganar, sino de gobernar".