Abochornan a Alberto Garzón echándole a la cara su larga lista de la vergüenza
Tremendo castañazo de cruda realidad el que acaba de recibir el líder comunista. Lo de su incongruencia entre lo que predica y lo que practica es ya sabido pero empieza a irse de las manos.
Aprovecha este jueves su columna de ABC Luis Ventoso para ajustar cuentas con el líder de IU, Alberto Garzón, ahora que está volcado en defender la dictadura de Nicolás Maduro y a los acusados del juicio del procés.
En este sentido, echa la vista atrás para recordar al comunista que en agosto de 2017 era el líder más valorado en el CIS cuando contrajo matrimonio con su novia médico de familia, Anna Ruiz. Y aquí tira de ironía para señalar que "conociendo la supuesta preocupación del jefe del Partido Comunista por los desfavorecidos y sus críticas despiadadas al decadente consumismo burgués, se aguardaba un convite de boda campechano y austero", "una fiestecilla campera, litrona y calimocho, bocatas", "tal vez unos himnos revolucionarios cantados a coro". Y en camiseta "para no incurrir en rancios clichés hetero-patriarcales y sexistas, como una novia de blanco y un novio de chaqué". En cuanto a la luna de miel, "un garbeo costero por España o unos días en la montaña" porque "en un mundo arruinado por los abusos del capitalismo toca dar ejemplo".
Pero no, recuerda Ventoso que "Albertito se vino arriba. Chaqué, novia de blanco y gran sarao para 270 invitados en un restaurante riojano de categoría, a 309 euracos el cubierto", "orquesta y cantautora de fama" y "de viaje de novios unas semanas en Nueva Zelanda a todo trapo, lo más lejos y lo más caro posible, disfrutando de la prosperidad de unas de las democracias liberales que mejor funcionan".
Ante la incongruencia entre lo practica y lo que predica le pusieron verde, pero se defendió airadamente, vía Twitter: "empresa del imperialismo yanqui donde el honor no vale un patacón", matiza el periodista. Entonces alegó Garzón que las críticas respondían "a una campaña de la derecha cavernícola a la que le molesta que la gente de izquierdas pueda ser feliz y tener una vida normal".
Las comparaciones son odiosas, por eso el líder comunista no sale vivo de la lista que repasa Ventoso en la que recalca que "Garzón hace campaña estos días a favor de la dictadura de Maduro y contra el golpe de Estado de Guaidó" porque "la felicidad de los venezolanos no parece interesarle tanto como la suya propia".
Y enumera: "Le parece estupendo que los hospitales venezolanos metan miedo o que el hambre lleve a buscar comida en los basureros. También le parece normal que ante una pregunta sobre este tema, Maduro corte la entrevista con un periodista mexicano y le encierre tres horas en una mazmorra".
De hecho, "le parece chupi que Maduro ordene disparar y gasear a los venezolanos que tratan de introducir ayuda humanitaria y que dé pucherazos y se invente un Parlamento cuando pierde y que los opositores vuelen desde las ventanas del edificio de los servicios secretos y que tres millones de personas se hayan exiliado...".
Nada de eso le preocupa a Garzón, que anda preocupado con Trump y con la triple derecha y con defender a los golpistas catalanes que atacan a su país.
Claro que Ventoso concluye con un negro augurio para él: "El castañazo electoral de Albertito y Pablito marcará época porque el público está calando unas conciencias tan averiadas".