La conmovedora carta de amor de Fernando Savater a su esposa fallecida

"Mi vida es comer, dormir y llorar", dijo Fernando Savater al poco de morir en 2015 su mujer, Sara Torres, con quien acababa de publicar a cuatro manos "Aquí hay leones", un sinuoso recorrido por las luces y sombras de grandes escritores como Shakespeare, Zweig, Poe o Valle Inclán.

Desde entonces, el filósofo no ha dejado de exhibir su dolor profundo, sin imposturas, tan seco e inmortal como mortal fue la historia de su vida. "Desde que murió mi mujer, si un terrorista me mata me hará un favor", volvió a decir con amargura en 2017, mientras defendía hasta en el Congreso la necesidad de mantener la Filosofía en el currículo escolar.

Ahora, próximo el aniversario, el autor de Ética para Amador, que de niño ha pasado a ser un adulto talludito con heridas en el alma, ha vuelto a recordar a quien le dio sentido a su vida en otra conmovedora columna en El País donde exhibe, más que exorciza, los fantasmas del amor y de la soledad.

"Ahora ya no está. Cuando abro la puerta todo sigue apagado, se fue la luz y entro en silencio. Me daría miedo el eco de mi voz. Según Víctor Hugo, todo el infierno cabe en una palabra: soledad. La palabra que no puede decirse en voz alta para evitar la respuesta aciaga de la oscuridad. Pasado mañana hace cuatro años", escribe Savater de Sara.

"Ella y yo, la familia escueta y completa. Porque la simple existencia —insistencia, mejor— rutinaria, biológica, necesita la presencia amada y amable para ascender a vida humana. Sin la proximidad del amor estamos lejos de nosotros mismos", reflexiona.

Su última obra

Tras la muerte de su esposa, Savater anunció que jamás volvería a escribir. "“Escribía para que Sara me leyera. Escribía para que me quisiera más. Ahora que ya no está, no quiero seguir escribiendo”, dijo, golpeado por el dolor. Pero a finales de 2019 se espera la publicación de su último libro, esta vez sí, dedicado precisamente a ella.

Se titulará "La peor parte. Memorias de amor". Por Sara, esa mujer discreta, nacida en un entorno modesto que, sin embargo, fue pionera en tantas cosas relacionadas con el cine: a Torres se le debe el Festival de Cine Fantástico de San Sebastián y algunas memorables enseñanzas como profesora de Estética de la Facultad de Filosofía del País Vasco. "La persona más inteligente que he conocido", decía Savater. conmovido y conmovedor.

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