Mazazo de Puigdemont a Junqueras con una proclama que le puede hundir en el TS
El expresidente fugado asegura que la declaracion no fue un farol, arruinando la estrategia de defensa de sus compañeros, y se hace la víctima pese a su huida: "No estoy de Erasmus".
Carles Puigdemont no cree ni mucho menos que la declaración de independencia del 27 de octubre de 2017 fuera un farol o una simple declaración institucional sin efectos jurídicos, tal como sostienen las defensas de los presos independentistas. Para el expresidente de la Generalitat fugado a Bélgica, se trató de una declaración de independencia a la que no pueden poner paliativos, incluso "ilegal", ha llegado a reconocer en una entrevista para el diario argentino Clarín, "pero no delito".
Así, Puigdemont presume de la declaración y se muestra convencido de que "fue válida, hecha por un Parlamento legítimo, democráticamente escogido, que además no ha sido rectificada por otro Parlamento. Hay un hito y está realizado".
Interrogado por el perjuicio que tales palabras puede provocar en la línea argumental de los presos juzgados en el Tribunal Supremo, Puigdemont manifiesta que "es un juicio sin garantías y que mis compañeros y amigos deben hacer todo lo que esté en sus manos para salir de esta farsa. Y todo está permitido porque no estamos afrontando un proceso judicial. Esto es una venganza".
En la entrevista con el medio argentino, Puigdemont niega ser un prófugo, asegura que ha respondido ante las justicias belga y alemana, que cuando se fue de España no había ninguna orden de detención contra él y que "si no estoy en la cárcel es porque la Justicia alemana ha decidido que yo no debía estar en la cárcel". Dice también que su domicilio es público y notorio: "La justicia española sabe dónde vivo. El Tribunal de Cuentas me envía las notificaciones aquí -dice-. Esto no se corresponde con la descripción de un prófugo".
El DNI caduca dentro de un año
También se muestra confiado en la inmunidad que dice que le proporcionará su acta de eurodiputado, que da por descontada a pesar de las encuestas, si bien admite que podría sufrir algún contratiempo burocrático relacionado con que en menos de un año, el 3 de febrero de 2020, le caduca el DNI. "Es evidente que eso va a crear unos problemas administrativos prácticos", responde a preguntas de Clarín. Y añade: "Caduca el documento de identidad y al cabo de un año o un año y medio caduca el pasaporte. Sin embargo yo continúo estando en situación regular, de residencia legal con libertad de movimiento en el espacio Schengen. Voy a administrar la circunstancia en la que me encuentre en ese momento. Pero nunca voy a dejar de de estar en situación de regularidad. Yo analizo mi situación como provisional. Cada día me levanto pensando que éste va a ser el último día en el exilio, lo cual no es realista pero me ayuda".
En cuanto a los reproches en el campo catalanista provocados por su huida, Puigdemont replica que "la gente sabe que yo no me fui de vacaciones, no me fui con una beca Erasmus. La gente sabe que yo me he complicado bastante la vida".