Huerta se queja de que fueron a por él "por maricón y por salir en la tele"
El periodista y escritor habla por primera vez de su fugaz paso por el Gobierno y asegura que sufrió "una crisis muy gorda" al comprobar la diferencia de trato con Pedro Duque.
Pocos le tomaron en serio cuando llego al Consejo de Ministros y Pedro Sánchez no hizo lo bastante para sostenerle en el Ministerio de Cultura. Diez meses después de convertise en el ministro más breve de la democracia -solo estuvo en el cargo seis días- Màxim Huerta ha concedido su primera entrevista la que ha hablado de cómo se convirtió en ministro y cómo fueron las fechas posteriores a su dimisión forzada.
Huerta ha contado en la revista ICON que recibió la llamada de Pedro Sánchez mientras estaba desayunando con una amiga, y aunque no cogió la llamada de un número desconocido las dos primeras veces a la tercera la cogió. El escritor también confiesa que conocía a Sánchez de dos encuentros anteriores, uno en el despacho con un político amigo suyo, y el otro en una charla que ofreció en un restaurante en Chueca. Después de coger esa llamada y aceptar el puesto de ministro, el periodista afirma que se encontraba lleno de ilusión y de ganas, y que incluso buscó el apoyo del apóstol Santiago para que todo le fuera bien.
Pero el valenciano afirma que desde el día del nombramiento todo cambió. El exministro comenta que llegó sentir que se prefería a su antecesor, José Ignacio Wert, antes que a él por el sitio del que venía, "el sofá de Ana Rosa". Màxim comenta que depués de pensarlo todo un poco él era "fácil de ridiculizar, por maricón, por venir de la tele" y por asuntos varios. Su primer acto como ministro fue el despedir a la Selección Española de Fútbol antes de que se marchasen a Rusia para jugar el Mundial. Màxim confiesa que fue allí porque le invitó el Rey, que "se mostró tan cercano y empático" que le pidió hablar, y que ese "es uno de los gestos más bonitos" que recuerda de su etapa como ministro.
Después el escritor pasa a describir cómo vivió todo lo sucedido tras hacerse público que usó una sociedad para hacer la declaración de la Renta, lo que él resume diciendo que su asesor le recomendó hacerlo así y que cuando Hacienda le notificó pagó todo lo que le pidió. Tras hacerse público este evento, asume que no quería irse del puesto, pero que cuando lo asimiló lo vió claro: "no tengo ningún problema en irme, no soy político". Aunque también añade que "con un poco de apoyo del Gobierno" se habría quedado.
Los días después de su dimisión, lo cual define como un alivio para su madre, recibió numerosas ofertas, pero él decidió mantenerse en silencio. Y cuando creía que la herida estaba cerrada salió una información muy similar que involucraba a Pedro Duque. En ese momento Màxim afirma que tuvo "una crisis muy gorda" al ver "la diferencia de trato, tanto de los medios como del Gobierno". Y que lo que la herida que él creía que se había cerrado en realidad no lo estaba.
Màxim comenta que sus amigos, su famila, el mar, dibujar y reirse le ayudaron a cerrar esta herida, pero el cierre final se produjo en la gala de los Goya, cuando el exministro salió a presentar el mejor corto de ficción e hizo humor de sí mismo, "no se preocupen que ya saben que soy breve" afirmó en la presentación del premio. Eso le sirvió para dar carpetazo a una etapa de su vida.