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Carlos Herrera disgusta a los que dieron ganador del debate a Albert Rivera

En plena resaca del primer debate a cuatro había unanimidad entre analistas políticos sobre quién fue el ganador, pero el locutor de COPE se mostró rotundo al respecto y fulminó a Iglesias.

Carlos Herrera disgusta a los que dieron ganador del debate a Albert Rivera

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Este martes no se habla de otra cosas en los análisis y columnas de opinión que del primer debate a cuatro entre Pedro Sánchez, Pablo Casado, Albert Rivera y Pablo Casado del que la inmensa mayoría de los columnistas dan ganador al líder de Ciudadanos.

Por su parte Carlos Herrera recogió el guante a primera hora desde la Cadena COPE para asegurar que ha sido este un debate de "toma de posiciones de cara al segundo" y no un "debate a tumba abierta".

No falto el toque irónico para detallar la falta de protocolo de Pablo Iglesias por su forma "informal" de vestir: "Estaba en una esquina, apartado, que parecía que fuese a servir una ración de camarones".

Aunque la mayoría de analistas daban este martes ganador a Rivera, y el propio Herrera aseguraba que el líder naranja se erigió como gran protagonista desplegando toda su artillería contra el presidente, fue muy rotundo: "Lo que queda después de haber visto lo de ayer es, que Sánchez puede ganar las elecciones. Es más, Sánchez va a ganar las elecciones y gobernará con el lucero del alba, si hace falta. Desde luego, ayer este muchacho, el de Podemos, era constantemente pedirle a Sánchez la confirmación de un ministerio. Aunque sea el de Marina, da lo mismo".

Ese no es un panorama halagüeño para el locutor: "Un Gobierno en el que harían falta los que no estuvieron (Otegi y Junqueras)" pero han mandado mensajes confirmando que harán presidente a Sánchez por encima de todas las cosas.

A su juicio, "Sánchez tenía miedo a debatir para evitar que el resto de candidatos retrataran sus diez meses de gobierno sustentado en las fuerzas independentistas. Sólo quiso hacerlo si estaba presente Vox para visibilizar que España debía elegir el próximo 28 de abril entre el "terror de la ultraderecha" o él, la figura presidencialista que neutralizaría el ascenso de Abascal".

Como no consiguió su objetivo de introducir a Vox en el debate (tuvo que esperar 35 minutos para que hubiera la primera alusión a esta fuerza política) el líder socialista las pasó canutas y sus cesiones al independentismo le pusieron contra las cuerdas en un debate en el que Casado optó por un tono más comedido e Iglesias estuvo casi desaparecido "blandiendo una Constitución que en el pasado despreció continuamente".