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Beaumont detecta el problema añadido de un Pablo Casado al borde del barranco

Tras el batacazo electoral del domingo, el líder del PP ha puesto en marcha una estrategia que amenaza el gran capital que debe guardar un líder a toda costa. Sin embargo, tiene un plan.

Antonio Martín Beaumont.

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Han pasado varios días pero desde la medianoche del domingo, Pablo Casado vive al borde del barranco. Según Antonio Martín Beaumont, la "cúpula popular busca una solución fácil y rápida a un problema, el de la crisis del PP, que es muy complejo. Porque es un mal con muchos síntomas, distintos orígenes y diversos tratamientos".

En su artículo de La Razón de este miércoles añade que "el líder popular se encuentra con un problema añadido: no tiene tiempo, que es seguramente lo que más falta le haría".

Y es que Beaumont no puede entender que sus asesores le hayan recomendado llevar a cabo una estrategia que amenaza el gran capital que debe guardar un líder a toda costa: la credibilidad. No se explica que el viernes ofreciera a Vox entrar en su gobierno y apenas 72 horas después se despache contra los de Abascal con la misma etiqueta de “ultraderechistas” con la que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias intentan deslegitimarles.

Aunque unos le critican por ser dirigente del marianismo y otros le tachan de títere de Aznar, "Casado tiene un plan que debería llevar adelante. Una apuesta indiscutible por la regeneración. Por la limpieza integral de cualquier rastro de corrupción. Por el rejuvenecimiento y la democratización de sus estructuras. Por la puesta al día de los valores que han sido, son y serán el ADN del centro derecha: la libertad, la igualdad de los españoles vivan donde vivan, la economía de libre mercado y la unidad de España respetando, como siempre hizo el PP, su indudable pluralidad. Y todo ello desde unas formas moderadas que no son en absoluto incompatibles con una defensa rotunda en el fondo de sus planteamientos ideológicos".

El director de ESdiario concluye que "lógicamente, hay nervios a su alrededor. Pero los bandazos y las prisas son, también en política, malos consejeros. ¡A ver si después de criticar el “sectarismo” del PSOE y el “veletismo” de Cs, el “nuevo PP” cae en esos mismos defectos!".