El padre de Julen confiesa a la reportera de Ana Rosa lo que pasa en su familia

José Roselló, el padre de Julen, trata de recomponer su vida. Tres meses después de que el niño de 2 años falleciera tras caer por un pozo en Totalán, Málaga, este martes concedió su entrevista más personal hasta el momento a El Programa de Ana Rosa de Telecinco.

De forma sosegada, habló de la investigación para determinar las responsabilidades sobre la muerte de su hijo y la relación que tiene con David Serrano, el dueño de la finca en la que falleció su hijo y único imputado en el caso por un posible delito de homicidio imprudente. También opinó sobre la decisión de la jueza de no permitir el cara a cara que los abogados de éste solicitaban.

Por primera vez José comentó cómo se ha resentido la relación con parte de su familia o cómo se ha unido a su mujer. Él y Vicky no podrán ser felices nunca más, dice, pero seguirán luchando y se darán mucho cariño: "Felices no vamos a poder ser, pero amor y cariño no nos va a faltar a ella ni a mí por su parte".

También se sinceró con la periodista Noelia Otero de la defensa de David Serrano, el propietario de la finca, que sostenía que Julen habría muerto por los golpes de una piqueta en las labores de rescate: “La defensa de David salió diciendo que apoyábamos ese informe sin hablar con nosotros y era mentira que lo apoyábamos. Lleva atacando desde el primer día: al pocero, al cuerpo del rescate, dudando de la profesionalidad de cuatro forenses. Ya no nos sorprende nada de David”.

El padre de Julen asegura que el dueño de la finca no le mostró ese pozo para advertirle del peligro y se reafirma en lo que declaró al juez: “Si me enseña eso y no lo tapa él, lo tapo yo. Era una trampa mortal, invisible. Si eso está bien tapado, es imposible que un niño entre ahí. Tiene todo su derecho a defenderse, pero a verdad es la verdad y solo tiene un camino".

Durante la entrevista, José se sinceró y mostró su lado más íntimo: desde la tragedia él y su mujer solo pueden "sobrevivir, intentar que los días no se hagan muy largos". También habla de lo duro que ha sido el proceso de la investigación de la muerte de Julen: "Hemos tenido que ver imágenes y cosas que hacen daño. El mayor peligro que veía era que mi hijo pudiera tropezar y caer. Estaba a solo cinco u ocho metros, no como dice la gente".

Visiblemente emocionado, defendió que "mejores padres que nosotros no ha habido. Pueden preguntar cómo cuidábamos a nuestros hijos, cómo los educábamos, los queríamos y los hemos mimado. Por desgracia la vida no nos ha dejado terminar". Además habló de cómo ha afectado a su familia este suceso: "Del 90% de mi familia estoy orgulloso, del otro 10% estoy dejando de creer desde hace dos meses y medio".