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El "soberbio subconsciente" de Pedro Sánchez le traiciona en su propia "Casa"

El presidente del Gobierno se ha venido tan arriba que a estas alturas no se sabe qué es peor, si que lo haga a propósito o que hay perdido tanto el norte que no se haya hecho a conciencia".

Si gobernó con 85 escaños, a Pedro Sánchez 123 le saben a mayoría absoluta.

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Mucho se está hablando del desprecio que Pedro Sánchez acaba de hacer al Rey y este jueves Rafael Moyano asegura desde su columna de El Mundo que "lo peor no es que haya ignorado a Felipe VI al iniciar sus contactos con los otros líderes políticos en la sede del Gobierno, lo realmente preocupante es que en Moncloa no fueran conscientes de que estaban haciendo algo mal".

Ironiza Moyano con que "para el presidente que tiene el récord de gobernar con menos votos y menos escaños en toda la historia de la democracia es evidente que más votos y más escaños le dan el derecho a usar el palacio como su casa, Casa Sánchez". Vamos, que si gobernó con 85 escaños, 123 le saben a mayoría absoluta.

Recuerda el periodista que es el Rey quien tiene que proponer tras unas elecciones un candidato a presidente del Gobierno aunque sea cierto es que tras los comicios del pasado 28 de abril no hay otro candidato posible, creíble, que el actual presidente.

Reflexiona con que "es difícil pensar que el PSOE quiera volver a echar semillas a las aspiraciones republicanas que dejó en barbecho hace años" y cree que es mucho más sencillo: "No hay tiempo que perder en protocolos y símbolos, con la inminencia de otras elecciones, y simbólico es el papel de la Corona en este proceso. El soberbio subconsciente le ha podido al presidente".

Aunque siempre hubiera habido contactos previos a la designación del candidato siempre se habían mantenido las formas, recalca Moyano para hacer hincapié en que "mientras el presidente recibía a Casado, se presentaba en el Congreso el retrato oficial del Rey que ocupara un lugar principal en sus paredes" porque "la Monarquía, sí, es símbolos y el jefe del Estado es el símbolo de la unidad".

Por eso concluye que "saltarse el protocolo no es grave, lo grave es haber perdido tanto el norte que no se haya hecho a conciencia".