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‘Cuéntame cómo pasó’: La huida de Mercedes cambia para siempre la esencia de la familia Alcántara

La matriarca de los Alcántara se cansa de sus problemas matrimoniales y escapa junto a una nueva amiga en busca de un lugar para reflexionar. Momentos complicados para la familia Alcántara. En el intenso y emotivo séptimo episodio de esta …

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La matriarca de los Alcántara se cansa de sus problemas matrimoniales y escapa junto a una nueva amiga en busca de un lugar para reflexionar.

Momentos complicados para la familia Alcántara. En el intenso y emotivo séptimo episodio de esta vigésima temporada, los protagonistas de 'Cuéntame cómo pasó' sufren un duro varapalo con la huida de su matriarca, Mercedes Alcántara. El personaje de Ana Duato no lo soporta más y coge las de Villadiego para escapar de la presión de su matrimonio y de un hogar que últimamente veía cómo se desmoronaba ante sus ojos.

Para empezar, el episodio nos deja cariacontecidos con la imagen de Merche escapando absolutamente convencida en su coche, mientras que Antonio y Toni, ajenos a la decisión de su mujer y madre, toman el tren rumbo a Sevilla para visitar la Expo, en el caso del padre, y para investigar el tráfico de niños en el caso del periodista. Pero todo se trunca cuando Mercedes sufre un aparatoso accidente y tiene que ser ingresada en el hospital. Lo cuenta gracias a la rápida intervención en carretera de una mujer llamada Fabiola (María Botto).

¿Qué pasa ahora?

Sin duda alguna, la huida de Mercedes supone un punto de inflexión en la historia de 'Cuéntame cómo pasó'. Desde su estreno en 2001, la madre de todos los españoles nunca había abandonado el seno familiar de esta manera tan descarnada, dejando atrás literalmente a sus dos hijas y con Antonio y Toni inmersos en un viaje sin saber nada acerca de sus intenciones. ¿A dónde la llevará esta huida al más puro estilo "Thelma & Louise"? Como dice la voz de Carlos Alcántara, "cuando el amor se torna en desamor, todo nuestro mundo amenaza con derrumbarse". Y en San Genaro, las paredes están más agrietadas que nunca.

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