José Bono ataca a la Iglesia católica con la declaración de la renta y Trece TV
El exdirigente del PSOE "pelotea" a Pedro Sánchez tras años denigrándolo y se inventa datos económicos para atacar a la Iglesia y a su famosa X en la casilla.
El exministro de Defensa y expresidente de Castilla-La Mancha, José Bono, cargó contra la Iglesia Católica en La Sexta Noche con una contundencia que nunca empleó cuando era político en activo y, especialmente en Toledo, cultivaba sus relaciones con los creyentes y la jerarquía eclesiástica.
Ahora, sin embargo, se dedica a utilizar datos inexactos sobre la financiación de la institución religiosa para promocionar que no se marque la X a su favor en la declaración de la renta, como dijo en el programa presentado por el periodista Iñaki López: "Cuando he sabido que marcarla da más dinero a 13Tv que a Cáritas, no voy a marcarla".
En la misma frase atacó a la televisión de la que es accionista la Iglesia, al igual que la COPE, dos marcas que tradicionalmente han tratado con respeto tanto a Bono cuanto a su sucesor, Emiliano García Page.
Y lo hizo repitiendo una falsedad convertida en sainete constante: que la financiación de los medios de comunicación religiosos procede de la declaración de la renta, al dar por supuesto que todos los ingresos de la Iglesia proceden de la célebre casilla, extremo que no es cierto según fuentes episcopales consultadas por este periódico ratificadas por la memoria económica anual de la institución, de acceso libre y público.
Lisonjas a Sánchez
Bono, furibundo crítico de Pedro Sánchez hasta hace un año, también ha cambiado en esto y ahora intenta congraciarse con el líder socialista exigiéndole incluso al PP que se abstenga en la sesión de investidura, cuando ésta se celebre, para que el secretario general del PSOE logre la presidencia sin dilación de tiempo.
"El PSOE ya se abstuvo para que el PP gobernara y pagamos un precio considerable y Casado decía que era lo que había que hacer", sentenció Bono, obviando que a esa decisión se opuso Sánchez hasta el punto de quebrar su propio partido y que solo se votó así tras una repetición de las Elecciones Generales provocada por el hoy presidente del Gobierno en funciones.
El socialista coronó su metamorfosis de la moderación a la izquierda más primaria atacando a Ciudadanos por ser "muleta de la ultraderecha", pese al pacto con el PSOE que le ha quitado al PP alcaldías en Albacete, Guadalajara y Ciudad Real; y aplaudiendo que al grupo parlamentario de Vox le hayan colocado en el llamado gallinero en el Congreso porque les gusta "la gallina franquista".