Podemos esconde ahora la negociación para jugar su última carta ante Sánchez
Tras haberse filtrado los contactos en Moncloa, Irene Montero opta ahora por el secretismo absoluto y afirma que se protegerán las conversaciones con el PSOE "del ruido y las presiones".
La cúpula de Podemos ha decidido variar la estrategia y cortar de raíz las filtraciones y anuncios velados, para tapar, con el mayor secretismo, las negociaciones con el PSOE. De ese modo, tratarán de ganarse la confianza de Pedro Sánchez y entrar en el Gobierno, más allá de "colaboraciones".
Así, la portavoz parlamentaria de Unidas Podemos, Irene Montero, dice tener esperanzas en que el presidente en funciones no defraudará a la mayoría social que quiere "un gobierno conjunto" en el que estén PSOE y Unidas Podemos. Ha advertido, eso sí, que durante la negociación habrá "muchas presiones y mucho ruido" como el que provocó que se filtrase el encuentro del lunes entre Pablo Iglesias y Sánchez.
Un aviso no exento de cierto cinismo, pues han sido los morados quienes han sido acusados de las filtraciones, a la vez que alardean siempre que pueden de conducirse con la mayor "transparencia" en sus conversaciones con otras formaciones.
En declaraciones a RNE, Montero ha justificado que ante esas presiones, el deber de la formación 'morada' es el de "proteger la negociación" siendo discretos. Sin embargo, ha reconocido que esa reunión se produjo, ha añadido que habrá "más reuniones y conversaciones telefónicas", y que son optimistas con el rumbo que lleva el acuerdo.
Desde esta discreción, Montero ha respondido sobre si aceptarían cargos intermedios en el Ejecutivo pero sin ministerios que siempre han sido claros al respecto y que si bien el primer objetivo es alcanzar un acuerdo programático, la negociación es "conjunta" y entra también en ella discutir sobre los equipos que darán "garantías" para que lo firmado se cumpla.
Para Podemos, el ejemplo de la Comunidad Valenciana, donde tiene dos consejerías y una vicepresidencia, sigue siendo bueno tanto para el PSOE como para ellos, y creen que se podría reproducir a nivel estatal. Con todo, ha incidido en que el peso del liderazgo de las negociaciones lo tiene el PSOE y ellos continúan a la espera de su propuesta.
Así, Montero ha dejado entrever que de momento no hay una propuesta de acuerdo por parte del partido socialista sobre la mesa, pero se ha mostrado confiada en que ni el PSOE ni Pedro Sánchez "decepcionarán y traicionarán el espíritu del acuerdo que lleve a un gobierno estable y progresista" que afronte una "bajada del precio de la luz, que suba el salario mínimo a 1.200 euros y que regule el precio de los alquileres".
Un Gobierno conjunto "sin tantas preguntas"
Para la portavoz, la negociación de un gobierno conjunto, debe incluir tanto las políticas como los equipos, aunque no se ha referido en ningún momento a gobierno de cooperación o de coalición. "Por eso la negociación es un conjunto, por eso hay que protegerlo, a nosotros nos corresponde el papel protector y que lidere el PSOE", ha ahondado, para luego incidir en que estos dos temas deben ir en las conversaciones, y en que ya se ha hecho en Valencia "sin hacerse tantas preguntas".
En este punto, como vienen repitiendo en esta semana, Montero ha señalado que la ciudadanía quiere que se dé un Ejecutivo en el que se combine la experiencia del PSOE con la frescura y valentía de Podemos, y ha recordado que al partido 'morado' no le compra nadie, "no traiciona y no se equivoca" en lo que debe hacer cuando entra en las instituciones.
Por último, ha mantenido que no cree que el PSOE llegue a la investidura sin los apoyos necesarios porque "no sería serio", y ha añadido que a esa cita parlamentaria no se puede ir "sin los deberes hechos y sin haber pactado" previamente. "Creo que el PSOE va a hacer el trabajo y no vamos a cometer el error de ir sin apoyos", ha sentenciado.