Ussía destroza a Pablo Iglesias tras superar las "más alta cota del ridículo"
Ni el periodista y escritor, azote habitual de los marqueses de Podemos, se podía haber imaginado en sus peores augurios la que estaba esperándole al líder morado a la vuelta de la esquina.
Mira que se está hablando de lo que está mendigando Pablo Iglesias un puesto en el Gobierno de Pedro Sánchez cueste lo que cueste pero este jueves Alfonso Ussía va más allá en su columna de La Razón, sin piedad: "Iglesias está superando, con holgura, la más alta cota del ridículo. Su obsesión por ser nombrado vicepresidente o ministro del Gobierno de la nación que aborrece, sólo tiene una interpretación. La supervivencia personal interesada exclusivamente en la garantía de su futuro y el cumplimiento de su arrogante vanidad".
Porque a juicio de Ussía, "a Iglesias, unas próximas elecciones, lo atemorizan. Es carne de descenso. Se siente acosado y acobardado por la posibilidad de su desaparición política".
Vamos que "al paso que lleva Podemos la única que podrá darle la patada será su portavoz en el Congreso, esa gran mujer que se lo ha ganado todo y sin ayudas desde el más bajo lugar de la revolución obrera", ironiza para añadir que "si Iglesias desaparece de la acuarela política, ella lo hará también, y no es recomendable un intercambio semiconyugal de patadas".
En cuanto a Sánchez, al que tacha de rencoroso, "todavía recuerda el no de Iglesias a su fallida investidura. Por otra parte, su gurú le ha mostrado unos gráficos ilusionantes con caídas estrepitosas de Podemos, Ciudadanos y Vox. A la gente no le gusta que la engañen tanto con sus votos. Y Sánchez no soportará una segunda investidura fallida".
Aunque "de satisfacer su vanidad, Iglesias se mantendría más o menos estabilizado", reflexiona, "Sánchez no sólo no desea a Iglesias de vicepresidente, ni de ministro, ni de subsecretario". No. "Está jugando con él porque puede hacerlo gracias a los estúpidos comportamientos de Ciudadanos y de Vox, que por brillante que haya sido su irrupción en Andalucía, ha decepcionado e indignado a muchos de sus votantes con sus pactos y abstenciones".
Según Ussía, "Vox no puede olvidar que es un recién llegado, un recién bien llegado. Ha sido insultado por Ciudadanos, pero esos piques personales no los entienden los electores. Tienen cuatro años para estabilizarse desde la humildad. Y Ciudadanos cuenta con el mismo tiempo para mostrarse ante los españoles como lo que es. El PP será el gran beneficiado del constitucionalismo, siempre que Casado no se empeñe en merendar tan habitualmente con Aznar. Y entre tanto batiburrillo, Sánchez le dice una cosa a Iglesias hoy, y mañana se lo niega, y así está el pobre vanidoso de las crines culares, que ha perdido la orientación".