La partida entre Sánchez e Iglesias que acabó a puñetazos y ganó Casado
El refinado juego de estrategia que plantearon los líderes del PSOE y Podemos ha acabado en una pelea marrullera para desprestigio de la izquierda y éxito del jefe de filas del PP.
Los cerca de tres meses que han transcurrido desde el 28 de abril hasta el 25 de julio han sido escenario de una larga partida de ajedrez entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, transformada en las últimas horas en un brutal combate de boxeo. Y lo peor para los dos contendientes es que ninguno de los dos pudo levantar el brazo victorioso. El vencedor de esta pelea estaba fuera del ring y se llama Pablo Casado.
Así lo ha interpretado el analista Álvaro Nieto, partiendo de la base de un asesoramiento no muy atinado para los líderes de PSOE y Podemos. "Creyeron desde el minuto uno estar jugando una partida de ajedrez, con movimientos muy estudiados y asesorados por dos estrategas de guante fino.
De un lado, Iván Redondo, un consultor político de origen vasco y que se doctoró cum laude el día de la moción de censura contra Mariano Rajoy. Y del otro, Pablo Gentili, un asesor argentino crecido a los pechos del kirchnerismo", escribe en su última columna en el portal Voz Pópuli.
Pero la partida se les fue de las manos "y la cosa terminó como el rosario de la aurora, con ambos contendientes dando tumbos por el ring, sangrando a borbotones y literalmente sonados". Los dos han perdido en la pelea, pero más Iglesias, a juicio de Nieto: "La oportunidad era histórica, los ministerios ofrecidos no eran decorativos para un partido que se dice de izquierdas y probablemente el tren ya no vuelva a pasar nunca más. Difícil de entender esta decisión y, sobre todo, difícil de explicar a los votantes si hay nuevas elecciones en noviembre".
Y entretanto, pescando en este río revuelto, está Pablo Casado. "Ha tendido la mano a Sánchez ofreciéndole once pactos de Estado para cuando sea de nuevo presidente... y está a medio segundo de ofrecerle también sacar adelante su investidura. Él necesita tiempo para consolidar su liderazgo al frente del PP y construir su proyecto. Y apoyar a Sánchez sería la mejor manera de conseguirlo sin tener que someterse de nuevo a la incertidumbre de unas elecciones", según la interpretación de Nieto.
Pero sea cual sea el camino que tome el líder del PP, de todos sacará algún beneficio a corto y medio plazo. "Si pacta con Sánchez, ganará tiempo y consolidará su liderazgo y su imagen de hombre de Estado.
Si, por el contrario, se decanta por provocar las elecciones, recuperará terreno electoral a costa de sus dos principales enemigos, Ciudadanos y Vox, y está por ver si una gran abstención del electorado de izquierda no le ofrecerá también la milagrosa carambola de incluso poder formar Gobierno", apunta Álvaro Nieto, concluyendo que "el líder popular será el vencedor de un combate en el que han sido otros los protagonistas".