El sorprendente desafío que García Egea ha lanzado a Santiago Abascal
El número dos del PP se ha sincerado en una larga entrevista, con llamativas confesiones su vida privada y sus aficiones, y ha aprovechado para proponerle un peculiar reto al líder de Vox.
Un romántico apasionado por el deporte y la música de sangre española. Ese es, a grandes rasgos, el perfil personal que ha dejado una extensa entrevista con Teodoro Garcia Egea este fin de semana, donde, entre otras sorpresas, hay un peculiar desafío al líder del Vox, Santiago Abascal.
Ha sido en el suplemento 'La otra crónica' de El Mundo donde el secretario general del PP ha mostrado su cara más alejada de la política. Una conversación relajada en la que ha hablado de su pasión por el deporte y ha destapado su faceta romántica. El número dos de los populares ha revelado cómo pidió matrimonio a su mujer: "Fue tocándole la bandurria", asegura.
"Toda la vida he tocado el piano, pero mi pasión por la Semana Santa me llevó al clarinete", ha narrado el lugarteniente de Pablo Casado. "Más adelante me compré una bandurria. Pedí matrimonio a mi mujer tocándole la bandurria con unos amigos de la tuna". "Ella estudiaba en la facultad de Químicas de Murcia y yo por aquel entonces iba mucho allí. Nos conocimos por un grupo de amigos en común. Tardó en decirme que sí, me tuvo sufriendo un tiempo, pero yo soy muy paciente".
Sobre sus gustos culturales, se ha declarado fan de Rosalía, "del electrolatino de Juan Magán" y de "todo lo de Netflix y HBO". "Hay gente que cree que la música define a la persona. Yo estudié 11 años de piano y lo que más me emociona es la música clásica. Una pieza que me llega especialmente es Nocturno en Do sostenido menor de Chopin. También veo series como La Casa de Papel, Chernobyl o The Good Wife".
En la entrevista también se ha extendido sobre sus aficiones deportivas y ha dejado un reveto velado al líder de Vox: "Tendría posibilidades de ganarle en el tatami, en el judo", aunque ha admitido "en halterofilia puede que él se llevara el gato al agua". "Le veo fuerte", ha admitido.
"No hago deporte tanto por la presencia sino porque forma parte de mi rutina diaria. Sin el deporte yo no podría rendir al cien por cien en mi trabajo. Es una especie de ritual y se ha convertido en un hábito que necesito cuidar y conservar. Entiendo que haya gente que valore mucho la apariencia física pero para mí el deporte tiene algo más profundo que eso", ha asegurado.