Inda advierte del único punto débil de Álvarez de Toledo y tiembla la oposición

Se ha convertido en una de las protagonistas actuales indiscutibles de la política española y estos días las columnas sobre Cayetana Álvarez de Toledo se multiplican, sobre todo por parte de aquellos que más la conocen, como es el caso de Eduardo Inda.

Recuerda Inda en su columna de La Razón de este lunes sus tiempos juntos en El Mundo: "Nuestras mesas eran contiguas. Era tremendamente educada, obviamente estaba bien formada y sólo fallaba en un punto: su rictus distante, no sé si tímido o prepotente, que le granjeaba enemigos gratuitos o insanas envidias".

Curiosamente, recalca, "así continúa 19 años después" pero con una diferencia: "la Cayetana periodista-opinadora es ahora la portavoz parlamentaria del gran partido del centroderecha patrio. Su estreno el jueves pasado anticipó dos cosas: que Pablo Casado ha acertado y que, consecuentemente, el vomitivo pensamiento único imperante le va pegar hasta en el velo del paladar".

No obstante, para Inda "su actuación fue formidable" pero "tiene ante sí el reto de su vida: ayudar a conducir a un partido que sólo en 1977 y 1979 (con la marca AP) tuvo menos diputados que ahora a su lugar natural, el Gobierno de España".

En cualquier caso, augura, "el nombramiento de Casado funcionará. Por una elemental razón: todos los proyectos políticos ganadores de la historia han tenido siempre un poli malo y otro bueno. La estrategia hooligan es fundamental en la oposición, siempre y cuando el number 1 vaya de hombre de Estado".

Así recuerda "González tuvo a su poli malo en Guerra, Aznar se lo endosó a Cascos, Zapatero a Caldera, Rajoy a Zaplana y Sánchez a Ábalos. Y los cinco acabaron siendo presidentes. Casado debe dedicarse a partir de ahora a poner «dientes», que diría la Pantoja, que ya se encargará Cayetana del trabajo sucio. Con tanta sutileza como mala leche, eso sí".