La matraca del procés hace un roto de audiencia a TV3 y paga las culpas Rahola
La catalana fue la única de las 14 primeras televisiones autonómicas que vio caer su audiencia en agosto, y mucho. Han saltado las alarmas en la casa y ya han tomado las primeras decisiones.
Pilar Rahola durante una de sus múltiples intervenciones en TV3.
El apoyo a la independencia en Cataluña ha caído a su nivel más bajo en los últimos dos años. Según la última encuesta del Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat, publicada a finales de julio, son el 44% frente al 48,3% que se oponen.
La fatiga de la sociedad catalana respecto al monotema de los últimos años ha traído también pésimas consecuencias a TV3, al que el constitucionalismo acusa de ser el mayor "aparato de propaganda" del procés.
La televisión catalana sufrió en agosto una caída de audiencia descomunal, acostumbrada como lo está a ser la autonómica con mejor share. Y la más controvertida.
El mes pasado TV3 redujo su cuota de pantalla en 1,5 puntos, convirtiéndose en el único de los 14 primeros canales regionales que empeoró en vez de mejorar en agosto, según el informe mensual elaborado por Barlovento.
Ganaron espectadores TVCan (Canarias), Canal Sur, Telemadrid, Castilla-La Mancha Televisión, la ETB vasca... En cambio, TV3 perdió. Y no unas décimas, sino que el agujero fue mucho mayor.
Los síntomas de fatiga que empieza a dar TV3, ligados indisolublemente al procés, han hecho saltar las alarmas en la casa dirigida por Vicent Sanchis.
La cadena presentó este martes su programación, y en ella hay cambios sustanciales para combatir la atonía del independentismo. Entre ellos, un recorte de las muchísimas horas de pantalla que tiene Pilar Rahola.
La periodista ve reducida su participación diaria en el programa vespertino Tot es mou, y a partir de ahora será únicamente lunes y martes. Atendiendo a la versión oficial, la decisión es de la propia Rahola porque quiere más tiempo para escribir su próxima novela. Seguirá en Preguntes freqüents los sábados.
Sin embargo, no faltan las segundas lecturas a esta decisión, puesto que va acompañada de otras como el aligeramiento de los principales programas de la casa: menos política y más entretenimiento.