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Salen a la luz las terribles últimas palabras de Blanca Fernández Ochoa

La esquiadora mantuvo una conversación delicada con un familiar muy poco antes de desaparecer para siempre. Las conmovedoras últimas palabras fueron éstas.

Blanca, en una foto con sus hijos difundida por ella misma hace siete años en Facebook

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La Sierra, el mundo del deporte y media España están de luto por la trágica muerte de Blanca Fernández Ochoa, alojada ahora en la capilla ardiente de su amada Cercedilla antes de bajar la última pista y alojarse sus cenizas en los montes serranos que tanto quería.

A falta de conocerse las razones exactas de su muerte, empiezan a saberse detalles de lo que pasó horas antes de que desapareciera de su hogar, ya para siempre, y se iniciara una búsqueda infructuosa tras el aviso de sus familiares: todo el mundo sabe ya cómo acabó, con el cadáver de la olímpica yaciente en un risco de Guadarrama.

El periódico El Mundo ha podido reconstruir las últimas horas de Blanca antes de marcharse y, en general, el adverso paisaje que rodeaba su vida en los últimos años, marcada por problemas de salud, dificultades económicas, disgustos sentimentales y una tristeza profunda.

Lo más llamativo de todo es la última conversación que sostuvo con un familiar, probablemente su hermana Lola, con quien vivía tras haber vendido su casa en Las Rozas por razones que tampoco se han explicado pero enlazan con una situación financiera extrema, según reconoció su propio cuñado: "Blanca tenía solo una cuenta, con cero euros", dijo.

Las últimas palabras de la esquiadora, según reproduce el rotativo, tuvieron lugar justo antes de coger su pequeño Mercedes con casi 20 años de antigüedad y perderse en la Sierra de Guadarrama para siempre. Y fueron éstas:

-No te vayas de casa.

-Que sí, que sí. Me voy a Asturias.

-Llévate el móvil.

-No me da la gana.

Blanca se marchó, efectivamente sin llevar su celular, con un equipaje escaso y rumbo a un destino alejado del Norte de España y cerca de las lomas que la vieron crecer e iniciarse en el mundo del esquí que tanta gloria le dio. El resto es historia ya.

Sus cenizas, en la Sierra

En estas horas ya están llegando a Cercedilla los familiares, quienes desea esparcir sus cenizas en una ceremonia íntima en el macizo de Siete Picos, en la Sierra de Guadarrama, siempre y cuando el juez les de autorización para la incineración de sus restos, según ha indicado la hermana de la exdeportista fallecida.

"Blanca parece que en alguna ocasión le dijo a sus hijos que quería que esparcieron sus restos en Siete Picos. Lo queremos hacer en familia, con una bonita excursión entre risas, que era lo que Blanca le gustaba", ha dicho esta mañana a los periodistas Lola Fernández Ochoa.

La empresa de servicios funerarios Albia, con la que colaboraba en causas solidarias la exesquiadora, se ha hecho cargo de forma altruista de todos los gastos del sepelio, algo que le ha agradecido la familia.