El nuevo trabajo de una de las concursantes más polémicas de la historia de Gran Hermano

Pese a que su expulsión fue muy tempranera, Raquel Morillas fue una de las concursantes más populares de Gran Hermano 3 y de toda la historia del reality. Su carácter polémico y su posterior boda con Noemí Ungría le otorgaron mucha fama, que se acrecentó con el accidente de tráfico que ambas sufrieron en 2003.

El matrimonio concluyó y aquel accidente tuvo gravísimas secuelas para Raquel, que ha seguido manteniendo algún contacto puntual con la televisión en estos últimos años. En alguna de estas apariciones Raquel ha confesado que ha perdido todo el dinero y que era ludópata desde los 18 años, algo que dice tener superado.

Ahora ya es, oficialmente, nueva trabajadora de la ONCE y con la Organización Nacional de Ciegos venderá cupones por la calle, después de superar varias pruebas para conseguir la plaza. "Deseando que me veáis con el chaleco fluorescente y que me quiten los cupones de las manos. Me dará vergüenza ir por la calle, pero eso se tiene que pasar. Estoy feliz y ya era hora que las cosas malas pasaran y llegaran las buenas", ha contado Raquel.