La camiseta de una presentadora de TV3 avergüenza y deja en evidencia a Iceta
No está en su ADN. Pero lo que es del todo inadmisible es la cobardía de un partido que se autodenomina de izquierdas y es el cómplice descarado de la extrema derecha más racista.
Entre los muchos análisis de opinión sobre la delicada situación en Cataluña que pueblan este lunes las columnas de los medios, Miquel Giménez aprovecha el suyo en VozPópuli para señalar las "tres cosas que definen a la perfección el clima insurreccional que vivimos y padecemos en Cataluña, a saber, los atizadores audiovisuales separatistas, los que llenan de violencia nuestras calles y los que se salen a defender la democracia y la libertad".
A su juicio, "así son las cosas en esta Cataluña abandonada por un gobierno en funciones más pendiente de la calculadora de los futuros pactos que de proteger a los ciudadanos. Si alguna vez los catalanes constitucionalistas hemos sido abandonados por el gobierno es ahora, por más que Iceta, Ábalos y demás comparsas intenten manipular torticeramente la manifestación de Societat Civil del domingo, poniéndose al frente de una causa en la que no creen".
Giménez habla "clarito": "si por el PSC fuera, no hubiera habido manifestación. Si dependiera de Iceta, los manifestantes estarían amordazados ideológicamente, porque perturban sus pactos con Puigdemont y Torra".
Más aún, dice, "siente repugnancia a la hora de sentarse con PP, Ciudadanos y no digamos con Vox para llegar a un acuerdo acerca de la insurrección que se produce en tierras catalanas".
Vamos, que "no está en su ADN, no lo conciben, no lo admiten. Prefieren una España rota y subyugada por Otegui y Torra, en la que ellos puedan medrar, que una España democrática en la que todos puedan ser libres e iguales. De ahí su obsesión por destruir y dinamitar desde dentro a Societat Civil, por manipular hasta el último minuto la manifestación, por ningunear a aquellos que han estado defendiendo hace mucho tiempo la dignidad y la convivencia".
En este sentido, cree que el hecho de que "Iceta haya asistido es del todo irrelevante" y que "si tan constitucionalista es, podría haberse sumado a la moción de censura presentada por los naranjas en el Parlament. Si tan partidario del orden y de la libertad se considera, podría decirle a su querido Pedro que interviniese aplicando la ley para garantizar la seguridad de quienes vivimos en perpetuo estado de sitio en nuestras calles cada vez que los amigos de Torra desean organizar un aquelarre de barricadas incendiarias".
Así, añade, "la camiseta de una presentadora de TV3 en la que aparece un policía con casco antidisturbios y un revolucionario de pelambrera incendiada no sería de recibo en ningún medio público de Europa y las barricadas, las agresiones con piedras, cócteles molotov y cojinetes de metal todavía menos, pero lo que sería del todo inadmisible es la cobardía de un partido que se autodenomina de izquierdas y es el cómplice descarado de la extrema derecha más racista y violenta del continente".