Boye se va de la lengua y revela la estrategia de huida de Puigdemont
El abogado de Puigdemont, relacionado con ETA en su día y ahora con Sito Miñanco, tiene claro cómo escabullirse de España. Y Calvo o Marlaska tienen "la culpa".
Si todo saliera normal, la justicia belga concedería la extradición a España de Carles Puigdemont el próximo 16 de diciembre, fecha fijada para que el tribunal se sume a la petición de la Fiscalía de aquel país que es firme partidaria de atender la euroorden del juez Llarena en ese sentido.
Pero la pretensión de la justicia española puede chocar con un inconveniente que lo vuelva a retrasar todo, y alguien que está al frente de las triquiñuelas legales de Puigdemont por poder seguir huido, lo ha contado: nada menos que su abogado, el polémico Gonzalo Boye, condenado en su día por delitos en nombre de ETA y ahora en el ojo del huracán por su implicación, de momento no demostrada, en una extraña operación de blanqueo de dinero para el capo de la droga Sito Miñanco.
El letrado ha escrito un artículo en Elnacional.cat, periódico vinculado al independentismo, en el que destapa las claves de la estrategia de su defendido y amigo para esquivar de nuevo a los tribunales, en la misma semana en que se conoció otro intento fallido por escaparse a Canadá, país que le cerró las puertas de nuevo.
En su tribuna, Boye "agradece" irónicamente a dos ministros españoles, la vicepresidenta Calvo y el titular de Interior, Marlaska, sus comentarios de "presión" a la justicia belga para que atienda la euroorden del juez Llarena y proceda a la entrega a España de Puigdemont.
"Cuando los políticos de un estado intentan que los jueces de otro se sientan presionados o cuando advierten con diversas consecuencias en caso de no actuar tal cual ellos esperan… al menos durante la campaña electoral. Calvo, Marlaska y otros candidatos se están transformando en una buena línea de defensa y nunca es tarde para agradecerlo, pero, qué duda cabe, sus manifestaciones resquebrajan la confianza entre estados", explica el abogado.
La falacia de la ONU
Lo que le lleva a emitir una conclusión, por supuesto favorable a su defendido y pleno de esa retórica nacionalista que vende la idea, totalmente falsa, de que la ONU incluso les ampara: " Cada día es más difícil prever una entrega en ninguno de los escenarios jurídicos en los que se dará esta nueva batalla. Ahora bien, que nadie se confíe ni baje la guardia, serán meses trepidantes en los cuales todos tendremos que hacer el mejor derecho que conozcamos para demostrar lo que todos sabemos: se trata de una persecución arbitraria tal cual ha determinado Naciones Unidas".
En realidad, la ONU se limitó a dar por recibida una carta del movimiento independentista en la que denunciaba a España por la persecución de derechos civiles, algo que siempre hace con cualquier texto que le remiten y que, en ningún caso, equivale a suscribir su contenido.