Carlos Herrera destroza a la "poco lubricada" Adriana Lastra por su hipocresía
La portavoz socialista no ha salido indemne de su última y comentada intervención pública. La siempre afilada pluma del locutor de COPE le ha pasado por encima como una apisonadora.
Recta final hacia las elecciones generales del 10N y en las encuestas Vox aparece pisando fuerte. Será por eso que, según Carlos Herrera en su columna de ABC, asegura este viernes que el "detector de fascistas de la mayoría de los actores políticos españoles está seriamente averiado. O, quizá, no debidamente actualizado".
Ironiza con que "a lo largo de mis nutridos años de cronista de la actualidad, jamás había constatado tanta abundancia de fascistas en la realidad social española: abundan fascistas en todos los órdenes sociales, en todas las corrientes de pensamiento, en muchas de las esferas intelectuales que animan el cotarro de la actualidad, en todos los órdenes profesionales y, no digamos, en la mayoría de núcleos periodísticos de quienes nos dedicamos a la comunicación".
No en vano cree Herrera que "resulta particularmente difícil salvarse de la acusación de fascista si no dedicas todas tus horas a glosar los beneficios de las diferentes alternativas que luchan desaforadamente contra el "sistema" y cada una de sus terminales".
A saber: "A poco que uno escuche a los vociferantes vomitivos de la izquierda menos racional o del independentismo más asilvestrado, España es un país lleno de fascistas".
En Cataluña, añade, "es fascista cualquiera que no sea independentista visceral. Y en la política general española, la banalización del término ha hecho que se califique de fascista a cualquiera que no comulgue con las arcaicas propuestas ideológicas de ese comunismo siempre vivo que tan orgulloso se siente de sus hazañas tiránicas y miserables".
No solo eso, argumenta, "a los votantes de Vox se les considera y etiqueta como fascistas desde algunos editoriales y desde alocuciones del partido que previsiblemente va a resultar el más votado el próximo domingo".
Aquí añade que "la conocida e intelectualmente poco lubricada portavoz socialista, Adriana Lastra, hablaba de "fascistas salidos de la cueva" refiriéndose a los votantes del partido de Santiago Abascal y no pocas veces Pablo Iglesias y sus mariachis han decretado una "alerta antifascista" motivando una suerte de persecución violenta de sus representantes y simpatizantes".
De lo que no han dicho nada, destaca, ni Lastra ni Iglesias ha sido de los que "ejercen la violencia fascistoide en las calles catalanas en días recientes".
Concluye Herrera que "si los combatientes contra el fascismo que consumieron sus energías en la primera mitad del siglo pasado, levantaran la cabeza, se llevarían la sorpresa de comprobar cómo, mediante la simplificación de los términos, se le ha quitado importancia a sus batallas. Tantos años después, fascistas somos casi todos".