Piqué presume ahora de "españolazo" para gestionar el gran negocio de la Davis
El jugador del FC Barcelona, muy criticado cuando vestía la camiseta de 'La Roja', asegura que siempre ha defendido a España, aunque hace estos matices sobre su postura sobre Cataluña.
El futbolista Gerard Piqué ha pasado del césped a los despachos para encargarse de la organización de la Copa Davis a través de su empresa Kosmos y durante una entrevista en la cadena Cope para la promoción del evento, ha hecho unas declaraciones bastante "patrióticas" que han sorprendido, y mucho, a los que habitualmente siguen las palabras del central.
De hecho, ha asegurado que "Madrid es como mi segunda casa. Pese a la rivalidad entre Barcelona y Madrid, nunca he tenido una mala cara o un mal gesto. Mira que he pasado horas paseando por Madrid, con la gente pidiendo fotos, saludando… Gente que es del Madrid y le apetece hacerse una foto. Fuera del terreno de juego, todo es muy normal".
Pero, sin duda, la frase que más a dejado a todos con la boca abierta ha sido cuando el periodista Juanma Castaño le preguntó por su preferencia a la hora de encontrar un ganador del torneo. Piqué, entonces, sacó su lado más español y aseguró que "si me pongo del lado patriótico, quiero que gane España. He defendido a España desde los 16 hasta los 31 años, yo me pongo las manos en la cabeza cuando la gente duda de cosas tan básicas".
Sin embargo, matizó bastantes su palabras al hablar del conflicto en Cataluña, ya que insistió en que "otra cosa es el derecho a decidir, es otra cosa distinta, no va ligada a lo que muchos creen", aunque insistió en que " nadie puede dudar de mi compromiso. Lo dejé porque en la vida intento hacer lo que me apetece", en alusión a su retirada de la Selección Española.
De hecho, insiste en que se "podría haber ido el primer día y no lo hice. Lo de los silbidos son modas. La prensa lo cultivó, hacía encuentras, preguntaba en la calle… Eran minutos que la gente consumía en la tele sobre si se me debía pitar. Sé que es parte del espectáculo, del juego. Con 31 años, estar una semana entera convocado en Las Rozas no me hacía sentirme feliz".