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Gistau hunde a Zapatero desvelando por qué apoya el pacto de Sánchez e Iglesias

El "ángel mediador" con "superpoderes beatíficos" para "resolver problemas universales canjeables por el Premio Nobel de la Paz" ha bajado a su Tierra. El periodista desvela su secretillo.

Gistau entiende por qué Zapatero apoya el pacto-abrazo de Pedro y Pablo.

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Este martes David Gistau decide tirar de ironía en su columna de El Mundo para analizar con detalle la que, a su juicio, es la forma de actuar de este "ángel mediador" de la política española que "se aparece diciendo ¡tachán! allí donde un conflicto ha de ser resuelto".

Con no poca guasa se refiere a los "superpoderes beatíficos" que le fueron concedidos a José Luis Rodríguez Zapatero para ocuparse de los problemas universales canjeables por el Nobel de la Paz una vez presentada la cartilla con los sellos correspondientes.

Claro que siguiendo con el sarcasmo, no descarta Gistau que Zapatero con esa generosidad de alma que tienen no se le aparezca en casa a cualquier ciudadano de a pie para resolver cualquier conflicto doméstico: "¡Qué puñetas, para eso está la socialdemocracia, para empapar de bondad incluso las pequeñas cosas cotidianas!".

Claro que los servicios pacificadores de Zapatero no siempre funcionan ni dejan contentos a todos porque tiene cierta tendencia a "simpatizar con los sátrapas de coartada ideológica izquierdista que decoran con él, nada menos que con un prócer europeo, sus quebradizas pátinas democráticas".

Ya dentro de las fronteras españolas acaba de conceder su "nihil obstat al acuerdo de Pedro y Pablo" y Gistau apuesta que sin tiempo a parpadear "Zapatero repartirá credenciales también para los independentistas de Torra y los posterroristas de Otegi".

En resumen: "Lo que se está cociendo es por completo una vindicación de Zapatero y de su legado. Él dejó la socialdemocracia ahormada por doctrinas como la de la España discutible y discutida. Él declaró pendientes la Transición y la desfranquización. Él urdió la fusión contranatura entre nacionalismo y socialismo, incorporando a Otegi en cuanto la memoria de los asesinatos estuviera adecuadamente diluida por el control del relato, para consagrar una fórmula de poder perpetuo que dejara al otro lado del célebre cordón sanitario a la media España imposible de salvar por su terquedad en existir a la derecha del PSOE".

Por eso concluye que "no es que Zapatero apruebe el acuerdo. Es que a Pedro y Pablo los ha inventado él y por ello se puso a mandar mensajes de móvil durante la investidura fallida: porque no quería permitirles arruinar su obra por el hecho de llevarse mal".