Pilar Eyre revela la trágica muerte de la que se ha salvado Luis del Olmo
“¡Hemos estado a punto de perderlo!” cuenta la cronista del mundo rosa y escritora de éxito, gran amiga de la leyenda viva de la radio, ya retirado de los micrófonos.
Dentro de pocos días se cumplirán seis años de la jubilación de una de las leyendas vivas de la radio en España. El 13 de diciembre de 2013, Luis del Olmo apagó para siempre los motores del buque insignia de la radio matutina: Protagonistas, programa que se mantuvo en antena más de 40 años.
Desde entonces, y con la amargura de haber sido estafado por Rogelio Rengel, el hombre que administraba su patrimonio y que se fundió la mayor parte de su fortuna, Luis del Olmo se dedica a disfrutar de la vida en la medida de lo posible, en compañía de su mujer, sus hijos y sus nietos. También disfruta del buen fútbol de La Ponferradina de sus amores, club del que fue presidente durante algún tiempo.
A sus 82 años, Luis del Olmo está lleno de vida. Pero ha estado de dar un disgusto muy gordo a la gran familia de la radio y a sus oyentes, aquellos que echan de menos su voz al amanecer. Y todo por culpa del temporal y de una carretera infernal.
Lo ha contado Pilar Eyre en Lecturas, que se encontró con su “querido maestro” en el aeropuerto. El ex locutor, “lívido” le hizo está confesión a la cronistas y escritora: “Pilar, ¡acabo de ver la muerte frente a frente!”
Todo ocurrió este fin de semana en Santiago de Compostela, una de las ciudades gallegas azotadas por la borrasca Cecilia. Así le contó Del Olmo a Eyre como estuvo a punto de matarse, en compañía de su mujer, Merche: “Diez minutos antes de llegar al aeropuerto, nos hemos metido en el meollo de la tormenta, el coche iba de lado a lado. Fueron diez kilómetros interminables a ciegas. Era una cortina de agua tupida y un viento huracanado que quería volcar el coche. ¡Rezabamos! ¡No ocurrió nada de milagro!”.
En su conversación con la columnista de Lecturas, Merche terció para calmar los ánimos: “El conductor era muy hábil… Ahora, todo ha pasado, vamos a olvidarnos”