Beaumont destapa lo que Sánchez, desesperado, está dispuesto a hacer con Torra

Muy fácil veía la reelección el entorno de Pedro Sánchez en las ultimas dos semanas gracias la reelección de ERC. Tal como analiza Antonio Martín Beaumont este lunes en La Razón, creyeron los socialistas que era tan fácil como "engatusar a los separatistas con guiños por boca del presidente, como aparcar el compromiso de penalizar los referendos ilegales o cambiar la expresión "crisis de convivencia" por "conflicto político".

Carmen Calvo fue incluso más lejos para blanquear el independentismo hablando de "la otra izquierda histórica" y, sin embargo, a estas horas el voto de ERC sigue en el aire; ni con la discreción de las negociaciones cuenta ya el círculo presidencial y las conversaciones entre ambos partidos son un secreto a voces.

Cómo será que un diputado socialista confesó a Beaumont que ve el vaso medio vacío: "Como no tenga guardado Sánchez un as en la manga, difícilmente va a convertir a ERC en su costalero".

Hasta el punto de que la pasada semana, aunque fuera al momentáneo, "personajes muy cercanos al presidente volvieron a contemplar a "las derechas" -así, en plural– como la vía alternativa para formar gabinete. Sí, sí, la abstención del PP además del sí de Cs".

Sea como fuere, el director de ESdiario augura que "comienza una semana donde los socialistas con cargo pueden creer que están tocando la cima, aunque tengan muchas opciones de terminar en el abismo".

Y es que Sánchez tiene prisa, seguramente demasiada, y los "secesionistas necesitan tiempo para ir del no a la abstención". Por eso, "los más precavidos dentro del equipo del líder socialista marcan en su calendario el mes de enero como el escenario más propio para celebrar la sesión de investidura. Aunque desde el Gobierno no se dé nada por perdido".

Beaumont explica que "la desesperación del sanchismo llega al extremo de no descartar que Sánchez mantenga una conversación telefónica con Quim Torra. Pese al riesgo, lógico, de que parte de la opinión pública española la entienda como una claudicación".

Pero no se puede olvidar la "condición imprescindible" fijada por ERC para replantearse el voto: "Un gesto del presidente para visualizar su voluntad de acuerdo con Cataluña".

El caso es que mientras el jefe del gabinete del presidente, Iván Redondo, intenta tranquilizar al mundo del dinero en cenas que incluyen a fondos de inversión extranjeros parece que "cualquier cosa sirve si ablanda al independentismo y desbloquea la investidura. Incluso que el mandatario del PSOE, con todo lo que ha dicho durante la pasada campaña electoral sobre el presidente de la Generalitat y tras haber rechazado dos llamadas suyas, tome la iniciativa y marque su número".