Sánchez no se cortó un pelo con Arrimadas y le hizo esta amenaza el lunes
El presidente del Gobierno en funciones quiere que PP y Ciudadanos le paguen gratis su ronda con Podemos, pues no se fía del todo de los independentistas de ERC.
Esta semana ha estado marcada por la maratón de reuniones y llamadas que el candidato designado por el Rey para la investidura, Pedro Sánchez, ha realizado con líderes de la oposición y con Quim Torra y el resto de presidentes autonómicos de España.
El lunes fue una mañana áspera para Pedro Sánchez. Primero tuvo que escuchar de boca del presidente del PP, Pablo Casado, como le decía que no podía esperar de los populares respaldar su gobierno Frankenstein con Podemos. Después, le tocó el turno a la portavoz parlamentaria -y, seguramente, futura líder- de Ciudadanos, Inés Arrimadas, que acudió insistiendo en su "vía de los 221", es decir, un gran pacto de Estado entre PSOE, PP y Ciudadanos para que la gobernabilidad de España no esté en manos de la la izquierda más radical de toda Europa ni de los que quieren romper España. O lo que es lo mismo, que Podemos no esté en el Gobierno y que no se negocie nada con ERC.
Si bien Sánchez no está de acuerdo en absoluto con lo primero, pues quiere que PP y CS apoyen gratis su Ejecutivo de coalición con Pablo Iglesias como vicepresidente, lo cierto es que, sobre lo segundo, no las tiene todas consigo.
Tanto es así, que tal y como revela este sábado Vozpópuli, Sánchez dejo caer que "cuando pide la abstención de PP y Ciudadanos 'va en serio'" porque no se fía de ERC.
Y es más, le trasladó a Arrimadas la siguiente amenaza: habrá terceras elecciones si los naranjas no se abstienen.
El mensaje de Sánchez era claro: si hay que volver a las urnas, Ciudadanos podría desaparecer del Congreso, pues los populares serían los grandes beneficiados en el centro derecho de una repetición electoral.