El escrache al Rey que generó el pitorreo de Sánchez a Don Felipe y Doña Letizia
El impúdico recochineo de nuestros representantes vuelve a recordar en la sede de la soberanía nacional que las leyes y las normas son de obligado cumplimiento para todos menos para ellos.
Este lunes Eduardo Álvarez comienza la semana en su columna de El Mundo de lo más escéptico e indignado con el nuevo e "impúdico recochineo de nuestros representantes diputados y senadores que nos recordarán en la sede de la soberanía nacional que las leyes y las normas son de obligado cumplimiento para todos menos para ellos, que se las pueden pasar por el arco del triunfo".
Y peor aún, clama, "no les duelen prendas al arrastrar al Rey a su fechoría". Todo porque este 3 de febrero tiene lugar la solemne ceremonia de apertura de la XIV Legislatura, cuando el Reglamento del Congreso dice con claridad que ésta debe realizarse "dentro del plazo de los quince días siguientes a la celebración de la sesión constitutiva" aunque eso fue el 3 de diciembre.
En otras palabras, "el pitorreo es tal que los Reyes presidirán la apertura de la XIV Legislatura y no se recuerda el discurso de Don Felipe de la XIII. No es un misterio de Iker Jiménez. Sencillamente, no le invitaron. Y hay que remontarse al inicio de la XII, allá por 2016, para rememorar un acto como éste, cuando el Monarca sufrió un escrache monumental por parte de algunos que hoy integran el Gobierno y que llenaron el Hemiciclo de banderas tricolor y dedicaron no pocas lindezas a la Familia Real".
Resume el periodista que "incumplir el propio reglamento votado en su día por mayoría absoluta, demuestra el poco respeto que las Cortes se tienen a sí mismas en un sistema de monarquía parlamentaria que ha derivado en un régimen semipresidencialista".
En cualquier caso, recuerda, "los sostenes nacionalistas e independentistas de Sánchez ya han anunciado su boicot al acto. Como si su mala educación fuera un desplante al Jefe del Estado y no a los 47 millones de españoles".
En el caso de los parlamentarios de Unidas Podemos, concluye, "comprobaremos qué entienden por la lealtad al Rey recién prometida. Estamos cayendo tan bajo en la cosa pública que igual es suficiente con no llamarle "ladrón" como hacía hasta hace bien poco alguno de los que hoy se sientan en el Consejo de Ministros".