El impresionante testimonio de un policía sobre la triste realidad del alzhéimer
Un agente narra en un hilo de Twitter su experiencia cuando acudió a la llamada que realizaron desde un colegio. El dramático relato ya supera las 40.000 visitas
Tras la cuenta de Twitter Un Policía cualquiera se oculta un agente de la ley, que se presenta a sí mismo del siguiente modo: "Vivencias de un policía nacional de la Oficina de Denuncias y Atención al Ciudadano. Anteriormente, en un Grupo Operativo de Respuesta".
Pues bien, la última vivencia que ha contado este agente ha estremecido a más de 40.000 usuarios de Twitter, al narrar una experiencia que sirve para ilustrar sobre el drama de las personas afectadas por la enfermedad de Alzheimer, así como la tragedia que supone para sus familias ver cómo un ser querido va perdiendo la memoria e, incluso, la propia identidad.
El agente cuenta como un día recibieron una llamada en comisaría desde un colegio, cuya directora informaba de que había "una mujer observando a los niños y ya lleva varios días haciendo lo mismo".
Lo que parecía un caso similar al de otro tipo de llamadas de este tipo iba a suponer una experiencia inolvidable para los agentes que acudieron al centro educativo a investigar la denuncia.
Pese a la presencia de los policías, la mujer seguía mirando a los niños del colegio atentamente, lo cual le pareció al narrador de esta historia raro, ya que "una persona con malas intenciones, en cuanto ve a la Policía, o sale corriendo o te cuenta una excusa. Y algo raro también que en este tipo de hechos sea una mujer".
"Mientras mi compañero se queda hablando con la directora, yo voy a hablar con la mujer. Tendrá unos 60 años. Tiene algo en la mirada que me hace sospechar. En esos momentos no sé qué era, pero yo notaba algo.
-Hola, señora. ¿Cómo está? ¿Tiene algún nieto en este colegio?
- No, nieto no. Mi hijo. Pero no lo veo."
El policía sospechaba que ocurría algo con aquella señora: "¿Una mujer de 60 diciendo que tiene un hijo jugando en ese patio? Podría ser, porqué no, pero la edad de los niños ronda los 5 años".
Siguiendo el protocolo, a la mujer le fue requerida la documentación, para averiguar si había algún expediente sobre ella en los ficheros policiales. La mujer se lo dio y no dejó "de mirar el patio buscando con su mirada a su 'hijo'", relata el agente,
Tras confirmarles sus compañeros que la mujer no tenía "nada pendiente", sí le indicaron que había varias denuncias por desaparición, pues la señora padece alzhéimer.
El agente pidió a sus compañeros que contactaran con la persona que interpuso la denuncia. Mientras esperaba, la mujer le habló en estos términos: "- Es un niño súper bueno – me dice la mujer -. Siempre que sale del colegio y me ve, viene corriendo a abrazarme y darme un 'mua' [un beso]"
"Comienzo a sentir cierta pena por la situación. Comienzo a saber de qué va todo esto", cuenta el policía, que añade que "al cabo de diez minutos, se persona un hombre que dice ser el marido de la mujer. Se le nota preocupado. Le tranquilizo. Lo alejo un poco de su esposa y le explico lo que ha pasado. Se me queda mirando con los ojos llorosos".
La historia que le contó el esposo fue impactante para el agente: el matrimonio tenía un hijo que fue a ese mismo colegio y murió en un accidente de tráfico con tan sólo 20 años.
."Supongo que es por eso que está aquí. Mi mujer lleva varios meses que todas las tardes me dice: no viene Juan, tarda mucho ¿le habrá pasado algo?", le dijo el esposo a la Policía, que inmediatamente rompió a llorar.
"Llora por su hijo. Por su mujer. Porque lleva años luchando con esa mierda de enfermedad", cuenta el policía que, tras informar a la comisaría de la situación, hizo lo siguiente: "me alejo de mi compañero y llorando, llamo a mi madre y le digo lo mucho que la quiero".
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