Sánchez dejará a Pablo Iglesias conocer y gestionar los secretos del Estado
La Seguridad Nacional en manos de Pablo Iglesias y de un reducido grupo de personas. Aunque parezca imposible, está a punto de pasar. Es otro de los peajes de la investidura de Sánchez.
Hace apenas dos meses, a Pedro Sánchez le producía "insomnio" pensar siquiera en Pablo Iglesias dentro del Gobierno. Ahora no solo está, con una vicepresidencia, sino que en breve dispondrá de un poder que, tal vez, le quite el sueño a mucha gente: conocerá y gestionará todos los secretos del Estado y participará activamente en definir los objetivos de la Inteligencia española.
El insólito volantazo, que da al secretario general de Podemos un tesoro que siempre había anhelado, es otro de los peajes que Sánchez tiene que abonar de la factura de su investidura. Y que encierra una paradoja: el partido que se negó a firmar el Pacto contra el Terrorismo, impulsado por PP y PSOE en plena alerta yihadista internacional, estará en el órgano que control al seguridad española, tal y como ya adelantó el pasado noviembre Vicente Gil en ESdiario.
Así lo detalla el periodista Pablo Herráiz en El Mundo, con suma precisión: Sánchez forzará incluso una ley para buscarle un sillón a Iglesias en la Comisión Delegada de Inteligencia, la que controla el CNI, versión española del FBI americano o del MI6 británico.
En ese decisivo órgano, responsable de la defensa interior y exterior, de los espías y de fijar los objetivos de la seguridad española se sentará un vicepresidente sin relación alguna con la materia y sin encaje en la normativa, que solo prevé un cargo de su rango y ése era la también vicepresidenta Carmen Calvo.
Una reforma ad hoc
Pero Sánchez, según El Mundo, ha sacado el "calzador legal" para atender las exigencias del líder de Podemos: "Está previsto que, salvo que Sánchez se eche atrás en el último momento, el Consejo de Ministros del próximo martes derogue el Real Decreto 1886/2011 y apruebe uno nuevo con los miembros de la nueva comisión".
Y añade el periódico: "Para incluir a Iglesias, Moncloa ha realizado una interpretación amplia y laxa de la Ley 11/2002, reguladora del CNI, que define las tareas y la composición de esta Comisión de Inteligencia. La ley sólo contempla que la presida un vicepresidente del Gobierno a elección del presidente".
Un partidario de Chávez, Castro, Lenin u Otegi puede conocer y controlar ahora la Inteligencia nacional
De concretarse este nombramiento por la puerta de atrás, se produciría en España una sorprendente paradoja: entraría en la Inteligencia nacional alguien muy cercano a adversarios tradicionales del país, como los regímenes de Venezuela e Irán o, en el plano local, en entorno abertzale.
Y lo haría en plena polémica por el viraje del Gobierno en su política exterior en dos asuntos muy sensibles: la "hospitalidad" sospechosa con la vicepresidente venezolana, Delcy Rodríguez; y el "asalto" diplomático de un grupo de GEOS a la embajada de Méjico en Bolivia, ocurrido el pasado día de Reyes y aún sin aclarar.
En cualquier caso, de confirmarse este nombramiento, el hombre que ha mostrado sistemáticamente su simpatía por Chávez, Castro, Otegi o Lenin se convertiría en uno de los custodios de los secretos nacionales y de los elegidos para planificar los objetivos del país.