Losantos destapa el truco totalitario de Sánchez para simular que nadie muere
El periodista clama por una reacción social y de la oposición para frenar a la ola de "sentimentalismo" con la que el Gobierno de PSOE y Podemos trata de ocultar su caos e incompetencia.
Sembrar y explotar al máximo la vena de los sentimientos para desviar la atención y ocultar su desastrosa gestión de la emergencia sanitaria por el coronavirus, a la vez que arrasa con libertades fundamentales. Por esos derroteros circula ahora, según Federico Jiménez Losantos, la estrategia de Pedro Sánchez y sus socios de Podemos, de la que solo encuentra precedentes en el episodio del 11-M para encontrar "un cúmulo de arbitrariedades tan atroces como las perpetradas por el Poder".
Según comenta el periodista en su última columna para Libertad Digital, todo el mundo se ha entregado a un "exceso de emotividad": "De hecho, lo que al principio fue un acto de resistencia a la crueldad del destino y a la falta de apoyo de todo el sector sanitario, con el himno popular Resistiré, ha ido convirtiéndose en una especie de ¡Viva la Gente!, donde ya nadie muere y todos viven, nadie con nombres y apellidos está sin enterrar y los vivos se afanan en reconocerse supervivientes".
También encuentra Jiménez Losantos algunos retazos de la situación actual en la pesadilla vivida tras el vil asesinato de Miguel Ángel Blanco: "En aquel timo a millones de españoles participaron, al menos pasivamente, muchos que querían sobre todo sentirse bien consigo mismos y conjurar el miedo a los terroristas acompañados por una inmensa mayoría emocionada, antes que exigir explicaciones racionales y el castigo de los responsables".
La técnica del Ejecutivo, consagrada a explotar las emociones, está permitiendo no solo arrinconar su "absoluta incompetencia en la gestión y nuestra pavorosa indefensión ciudadana", sino que, a juicio, está poniendo en peligro nuestro sistema de derechos y libertades: "El jueves se volvió a votar un Estado de Alarma que es claramente totalitario, padre de cualquier arbitrariedad, como hijo legítimo de ese monstruo al que algunos llaman sanchismo-leninismo. Todos los días se ataca ferozmente el derecho de propiedad, el último, legalizando la ocupación de cualquier vivienda, a gusto del necesitado".
Así las cosas, Jiménez Losantos clama por una reacción social y política porque "es desolador ver a nuestra nación debatiéndose, con el extraño amor a la vida que muestra en las peores circunstancias, pero también con esa rara capacidad de convertir en afirmación de sentimientos una fuerza que es fácilmente manipulable, hasta cambiar su sentido y darle la vuelta a lo que, sin una dirección política seria, implacable, volverá a ser la demostración de la omnipotencia de la Izquierda, y la difícil derrota de su proyecto letal, para la Nación y para la Constitución".