La cruel viñeta de un histórico humorista gráfico que ha hecho estallar a Ayuso
En el centro de los ataques del Gobierno y sus círculos afines, la presidenta de la Comunidad de Madrid no ha podido reprimirse ante la ruin caricatura de un célebre viñetista.
Ser la bestia negra del Gobierno de Pedro Sánchez en la crisis del coronavirus le está costando cara a Isabel Díaz Ayuso, convertida ya en la diana de todos los ataques del Ejecutivo y de sus círculos más afines. Especialmente sangrante está siendo la ofensiva durante las últimas horas, después de que la Comunidad de Madrid no pasara a la fase 1 de la desescalada. Y las agresiones vienen de todos los lados, incluso de algunas celebridades periodísticas del humor gráfico.
Y es que parece bueno cualquier medio, en estos momentos, para arruinar la imagen de Díaz Ayuso. El partido en el Gobierno abrió la veda en la tarde del viernes justo durante la comparecencia de prensa del ministro de Sanidad, Salvador Illa, y del doctor Fernando Simón, para 'felicitarse' por haber parado los pies al Gobierno regional madrileño.
Con el lema 'Protegemos Madrid', el PSOE lanzó una campaña infamante, dando la idea de que el Ejecutivo de Sánchez cuida de la región que más duramente ha sido golpeada por la pandemia y que más medios ha reclamado para contrarrestarla, sin que desde Moncloa se haya hecho el caso necesari.
Y a este discurso de marcado carácter partidista y sectario se ha sumado con toda su artillería el frente mediático. Y entre el sinfín de crónicas, artículos y editoriales, se ha colado una viñeta de toda una celebridad del humorismo gráfico español que, con particular saña, ha dejado por los suelos a la presidenta regional.
Se trata de José María Pérez 'Peridis', que ha retratado en El País a Ayuso aupada sobre Aznar y con un garrote para atizar, alegóricamente, al Gobierno con cifras económicas en vez de sanitarias. Illa y Simón, sin embargo, logran frenarla a la voz machista de "¡Ni un paso, chati!".
Un cruel retrato al que la presidenta de la Comunidad de Madrid no ha podido evitar responder con un contundente: "No hay derecho".