Alberto Garzón revela las últimas palabras de Anguita para IU antes de morir
El sucesor del "califa" se despide de su mentor, que vivía apartado pero no al margen de la política, desvelando qué le dijo muy pocos días antes de perder la vida.
Alberto Garzón y Julio Anguita, en uno de sus escasos actos conjuntos
A Julio Anguita le llamaban "El Califa" por su origen cordobés, y se ganó un espacio en el Olimpo del Comunismo español, a la vera de la controvertida Pasionaria y al nivel casi de Santiago Carrillo, junto con Gerardo Iglesias el nombre clave del PCE y luego de IU; hoy casi diluida en Podemos por decisión del sucesor de todos ellos, Alberto Garzón, también ministro de Consumo.
Y pese a que la sintonía entre ambos no parecía muy engrasada, como la de nadie de la vieja IU con un Garzón al que muchos acusan de haber ninguneado a la formación para ganarse una posición personal junto a Pablo Iglesias; el actual coordinador general de la coalición ha querido despedirse de su "mentor".
Lo ha hecho con un artículo en El País en el que revela, además, las que probablemente sean las últimas palabras de Anguita, antes de morir, dirigidas hacia la coalición que él mismo fundó para superar las siglas del PCE, que nunca desapareció, como reclamo electoral.
"Todavía hace unos pocos días nos mandaba ánimos a quienes ahora estamos en el Gobierno y nos recordaba que lo más importante, “lo prioritario”, era la construcción de una sociedad civil activa y formada, capaz de frenar a la extrema derecha y de alumbrar una nueva sociedad que hiciera del cumplimiento de los derechos humanos el eje de todo proyecto político. Ese era su objetivo", ha explicado en su obituario de despedida.
¿Fría relación?
En el que también ha puesto sordina a la fría relación que, sin embargo, mantenía con el fallecido. "A mí personalmente me alertó de las eternas disputas internas en los partidos, de los documentos congresuales que se aprueban y no se cumplen, de las banderas que se usan para enfrentar a los pueblos olvidando las clases sociales y del negativo papel que en la formación ciudadana tenía cierto embrutecimiento mediático", ha escrito para reflejar una mayor cercanía de la que se les suponía.
Con un homenaje final al difunto: "Él no era adivino, sino un hombre inteligente que supo rodearse de gente inteligente. Por eso Julio se alzaba sobre todos los demás con el uso del entendimiento, sin dogma alguno. Y la gente le escuchaba; le escuchábamos. Incluso sus más fervientes críticos sabían reconocer en él su firmeza y capacidad; infundía respeto".
Claro que sus palabras han tenido una respuesta crítica incluso entre sus seguidores, algunos de los cuales no se han resistido a comparar la actitud y el ejemplo de Anguita con el de la generación de Garzón:
